Una reportera del Grupo Imagen se acerca a los diputados del Congreso de la Unión. Les pregunta si conocen cuál artículo de la Constitución vela por la educación (Art. Tercero) por el trabajo (123); no lo saben. Luego se acerca a otro diputado y pregunta cuál es la Constitución vigente. Contesta “la de 1857”. Bueno, se equivocó nada más por 60 años, dice la periodista.
La incompetencia de los legisladores parece broma y su ignorancia produce risa. La reportera muestra en pocos minutos el nivel de “nuestros representantes”.
Por eso el grupo de Morena en el Senado se avienta la vacilada de proponer la desaparición de poderes en Guanajuato y Tamaulipas. Pura ignorancia.
Imaginemos por un momento que fuera posible tan grave determinación. El argumento sería que son malos gobernantes porque no pueden contener la inseguridad en su territorio. El solo hecho de plantearlo resulta ofensivo a la inteligencia de los guanajuatenses. Ese no es un delito en sí mismo.
Luego la respuesta local no es seria. ¿Por qué responder planteamientos estúpidos de los senadores de Morena? El Gobernador no necesita refrendar el apoyo de los ciudadanos porque ya lo hicieron en las elecciones. Seguirle el juego a la payasada disminuye la seriedad y sobriedad republicana.
El presidente Andrés Manuel López Obrador de inmediato descalificó la iniciativa y el delegado federal Mauricio Hernández lo aclaró en tiempo y forma. ¿Entonces por qué Ricardo Monreal avienta fuegos de artificio inútiles y deja mal parada a la actual administración?
En Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez no ha violentado ninguna ley, ni ha tenido conductas personales o administrativas que lo puedan inhabilitar. Suspender poderes tiene una dimensión desconocida para los ignorantes senadores y senadoras de Morena.
Aquí, tomárselo en serio también es burlar la inteligencia de los ciudadanos. Nadie con un poco de información cívica creería en la broma legal porque sus consecuencias traerían un rompimiento del Pacto Federal, una herida desestabilizadora para todo el país.
Tarea de tontos hacer caso a los necios y tarea de necios hacer caso a los tontos. Nuestro Guanajuato debe estar por encima de ataques políticos baratos. Más vale dedicar el tiempo y la energía en resolver los graves problemas de nuestro estado que responder a Ricardo Monreal y a sus colegas.
Los tres poderes locales no requieren del apoyo moral para responder la vacilada. Lo que necesitan es la unión y participación para resolver los temas graves como la seguridad y el estado de derecho que se derriten como nunca desde la Revolución Mexicana (en casi todo el país).
Para fortalecer las instituciones y nuestras leyes, lo primero que debemos es no dudar de ellas. Nos costó mucho iniciar la democracia plena. Fue uno de los grandes logros de nuestra generación. La broma no fue para Diego ni para la presidenta del Congreso, María Guadalupe Salas, o la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Claudia Barrera, fue para las instituciones democráticas del estado.
Los dimes y diretes entre partidos no tendrán la menor trascendencia; resultan una vergüenza pública, una pérdida de tiempo y una distracción más.