Si nos fijamos bien, el principal socio del Gobierno son las empresas, luego el consumo aunque los dos van de la mano. Siguen las propias empresas del Estado, Pemex y la CFE.

 

En la reunión convocada el pasado viernes por el Banco de México para tomar el pulso de la economía regional, los lamentos de casi todos los sectores tuvieron un denominador común: los graves problemas burocráticos sufridos a diario en trámites, permisos y lentitud cuando se le vende al Gobierno.

Los números son implacables, la recaudación de ISR cayó -0.4% real entre enero y agosto comparado con el mismo periodo del año pasado y el IVA tuvo una caída de -2.9% reales en el mismo lapso. En agosto, según información de El Financiero, el ISR cayó un -3.6% real y el IVA cayó -11.6% real.

Con estos desplomes, el Gobierno sufre la misma contracción que las empresas y los consumidores porque la economía tiene freno de mano. En la reunión alguien comentó lo que ya todos sabemos: la crisis comenzó cuando un capricho político destruyó el proyecto del NAIM en Texcoco y se pagó por ello. Una arbitrariedad insólita desde 1982 cuando se decretó la expropiación de la banca.

Cuando, desde el Gobierno, se ponen trabas, inventan leyes draconianas y minimizan la importancia de la iniciativa privada, la empresa llamada México S.A. de C.V. comienza a fallar. El Estado tiene un socio del 30 al 40% de las utilidades en las empresas y al 35% en los contribuyentes de altos ingresos. También suma a los socios consumidores con el 16% en el IVA y otro buen porcentaje de los Impuestos Sobre Productos del Trabajo.

Golpear a los socios productivos resulta mal negocio para todos. Si el ISR cae es porque los ingresos de las empresas bajan, si el IVA se reduce es porque la población consume menos. No tiene mucha ciencia.

A pesar de todo, los directivos y empresarios presentes en la conversación con los economistas del Banco de México, coincidieron en su deseo de invertir y seguir adelante, estuvieron de acuerdo en un moderado optimismo de una mejora inminente para el cuarto trimestre del año.

Debemos levantarnos todos los días con la esperanza de un futuro mejor, es la única forma de vivir. Ser cautos pero esperar tiempos mejores. Hacer que suceda ese futuro en nuestra microeconomía. Es la única forma de colaborar.

Quienes culpan a la desaceleración en Estados Unidos no tienen idea de las posibilidades de ese mercado, aún con pleno empleo y en moderada expansión. Lo de hoy no es comparable con la “Gran Recesión” del 2009, cuando fuimos golpeados por la crisis financiera mundial y el brote de influenza.

Será una economía posneoliberal, quizá una economía social o una economía transformada la deseada por la nueva administración. Lo que sea, sin empresas prósperas y consumidores dispuestos a gastar, nos hundiremos en dos años, cuando las pensiones y las presiones sociales amplíen la brecha entre lo que se recauda y lo mínimo necesario.

Apretarle el pescuezo a las empresas sólo empeorará la situación. Esperemos un cambio de rumbo. Urge.

 

*La regla de la Casa de Chatham consiste en que todos los participantes en una reunión tienen el derecho de utilizar la información que reciben, pero no se puede revelar ni la identidad ni la afiliación del orador, ni de ningún otro participante.

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