La industria del juego en México ha empezado una transformación digital sin precedentes. En un universo cambiante debemos tener en cuenta algunos aspectos. En toda economía que se precie se realizan ajustes de forma constante. México no es una excepción, con el cambio de gobierno se realizan pequeñas modificaciones en el sistema tributario. Los expertos analizan aquellos sectores que pueden generar más beneficios o que no usa toda la población, no son bienes de consumo diario, sino más bien de ocio. Los casinos físicos y online cumplen con estas dos premisas, generan beneficios y no es prescindible que los visitemos a diario, por lo tanto, este aspecto incluye en la inclusión de algunas tasas.
México es un paraíso para la industria del juego
En este país de Latinoamérica, el sector del juego es uno de los más potentes que existe. México se encuentra entre los países donde los casinos online son legales y eso quiere decir que cualquier persona que quiere pasar su tiempo de ocio con amigos o solo disfrutando de un juego online o físicamente puede hacerlo. Los impuestos que pagan los casinos o tributan sobre los beneficios pueden ser un problema, pero debemos pensar que si existen es porque generan unos ingresos extra que el gobierno debe regular. La existencia de un nuevo impuesto o la posibilidad de grabar más sobre el juego no debe preocuparnos, al contrario. En toda actividad económica hay impuestos y aunque nos pueden parecer altos, son aplicados sobre una serie de acciones que no nos supondrán una gran inversión. Jugar en plataformas online o físicas puede llegar a ser un placer, una forma de completar nuestros ingresos de forma rápida y sin darnos cuenta.
Toda tasa sobre cualquier actividad es una muestra más de que existe una regulación y una vigilancia. Podemos comprobar en estadísticas reales, el aumento de los participantes en juegos online a través del teléfono y sus beneficios, para entender la postura del gobierno con las nuevas tasas Con este aspecto nos garantizan la seguridad para poder jugar tranquilamente, sin ningún problema añadido que nos afecte.
Tendremos todas las garantías legales de que estamos realizando una actividad con la atención necesaria, tanto de los casinos online o físicos como del gobierno. Una regulación que, a pesar de tributarse, nos dará un fondo gubernamental imprescindible para potenciar nuestra certeza de que estamos haciendo una actividad beneficiosa para el país y para nosotros mismos.
La publicidad que rodea la industria del juego puede llegar a ser un tanto irreal. No se corresponde con la experiencia de un jugador o usuario de casinos online. Hasta hace unos años ser jugador de casinos se asociaba a un perfil de persona en concreto. Con las nuevas tecnologías el usuario de un casino online es muy distinto del que tienen en mente con algunas campañas de publicidad. Se trata de alguien con inquietudes que solo con un solo dispositivo puede acceder a un universo de contenidos online. El jugador de un casino online elige su juego y tiene un control directo sobre la partida. No se enfrenta a la dificultad de tener que desplazarse o ser visto de forma incorrecta, puede jugar desde su propia casa y disfrutar de una actividad que además de gustarle, puede generarle beneficios.
La imagen de un jugador online es, por lo tanto, muy distinta de aquellos usuarios de casinos físicos. Tiene una privacidad que los demás no tienen y, además, la seguridad de que está siguiendo en todo momento un juego regulado y aceptado. México es un país que ofrece una serie de beneficios que debemos tener en cuenta, como jugadores o posibles usuarios de casinos online. No dejar escapar una oportunidad que puede cambiar nuestra vida y que además nos da la posibilidad de iniciarnos en un sector en plena transformación digital.
Los cambios en la industria del juego en México son fruto de unos profundos cambios. No están destinados a hacer que desaparezca, sino más bien al contrario, su objetivo es asegurar en todo momento la experiencia de cada uno de los usuarios. La legalidad de los juegos online, como en el caso de los casinos, es una prueba más de esta transformación. Dejar espacio o generar el marco perfecto para todos aquellos que deseen disfrutar de una experiencia nueva, en crecimiento puedan hacerlo. De esta manera estamos ante una oportunidad y no un futuro incierto, con un solo clic todo cambia y se transforma a una velocidad nunca vista hasta ahora.