Bolivia.- La autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, afirmó que el expresidente Evo Morales no está habilitado para participar en las nuevas elecciones que convocará su gobierno.
En una rueda de prensa, Áñez dijo que “toda la convulsión social” que atraviesa Bolivia es consecuencia de la insistencia de Morales de postularse a un cuarto mandato y aconsejó al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del exmandatario ahora asilado en México, que busque otro candidato.
El MAS tiene todo el derecho para participar en elecciones, que busquen candidatos. Evo y (el exvicepresidente Álvaro) García Linera no pueden participar, no están habilitados”, dijo Áñez.
Morales quedó habilitado para participar en las elecciones del 20 de octubre, calificadas de fraudulentas por la oposición, por un fallo constitucional después de perder un referendo que le dijo “no” a su postulación no autorizada por la constitución. Añez declaró la víspera que hará gestiones para anular ese fallo, que sólo puede ser revocado por el mismo tribunal que lo dictó.
Más temprano acusó a Morales de avivar las protestas desde su exilio y anticipó que presentará una queja a la administración de Andrés Manuel López Obrador.
“México debe hacer respetar el protocolo de refugiado con Evo Morales”, dijo Áñez y acotó que el exmandatario se ha dado a la tarea de “hacer descalificaciones”.
Cruce de acusaciones
El nuevo ministro de Gobierno, Arturo Murillo, acusó a Juan Ramón Quintana, brazo derecho de Morales, de estar activando las protestas. “Vamos a ir a la cacería de Quintana. ¿Por qué es cacería? Porque es un animal que está matando gente”, dijo en referencia al polémico exministro de la presidencia y exembajador en Cuba.
Desde que estallaron las protestas el 20 de octubre han muerto 10 personas, según la Fiscalía.
Morales y su partido mantienen intacto su poder en alcaldías, sindicatos y organizaciones indígenas que han controlado en los 13 años y nueve meses que estuvo en el poder. Además, su mayoría legislativa ha comenzado a complicar a la nueva administración.
Áñez, que se autoproclamó presidenta interina, parece tener el respaldo de la policía, el ejército, la Iglesia y la oposición cívica y política.