La ludopatía es uno de los problemas que afrontan muchas sociedades del mundo entero. Datos de la Red de Asistencia al Juego Compulsivo de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, revelan que dos personas por día piden ayuda para salir de la adicción al juego. Sitios como Allvideoslots.com son algunos de los que tienen información sobre este dramático tema.

Este problema social ha provocado que en países como México se busque, a través del congreso, que hasta un 50% de los impuestos de los casinos estén destinados a centros de rehabilitación.

En noviembre de este 2019, el Congreso del Estado Mexicano presentó una iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma y adiciona el artículo 156-8 de la Ley de Hacienda del Estado de Baja California.

Según revela el informativo mexicano El Imparcial, “su pretensión es que el 50 por ciento de los impuestos que se cobran a los casinos, a las actividades de loterías, rifas, sorteos, juegos con apuestas permitidas y concursos, sean directamente destinados a tratar a la población que se enfermó a causa de sus servicios lúdicos”. 

“También es importante dejar muy claro que, no se pretende incrementar la tasa impositiva, ni tampoco se busca crear un nuevo impuesto a los casinos ni a todas las actividades antes descritas, plasmadas en la propia Ley materia de esta iniciativa”, indicó además el parlamento.

La situación en países como Argentina es igual de dramática. En esa nación existe un centro telefónico asistencial para personas con ludopatía, el cual reporta que “del total de llamados el 47% son mujeres y el 53 son hombres. Un 26% tienen más de 40; un 24% más de 30 y un 23% más de 50. El 39% son casados y un 27% son solteros. Un 80% de los que llaman para pedir ayuda no fueron a la facultad y sólo terminaron la secundaria (38%) o la primaria (22%)”.

La psicóloga argentina experta en este problema Débora Blanca explica que la ludopatía es una “adicción comportamental” y que el ludópata se va intoxicando de su juego, pues su cabeza comienza a estar dominada por el juego. Si tiene que jugar, saca plata de donde sea. Incluso, si fuera necesario, roba.

La especialista revela que iniciar la terapia es un poco complicado, además del difícil acceso a la misma, porque los jugadores “casi nunca piden ayuda”. Generalmente es un familiar o un conocido el que llama para pedir asistencia. Es normal que los ludópatas oculten su enfermedad por años y es recién cuando no puede disimular su mal que las personas cercanas acuden en su asistencia.

“No te das cuenta. No tomás conciencia. Al principio vas despacito y después vas al matadero. Ganaste diez mil pesos y no te das cuenta lo vas dejando. Es un como un virus que te va invadiendo. Es silencioso”, indica Ana, una anónima ludópata al diario Clarín de Argentina.

Ante esta situación, los gobiernos comienzan a tomar una mayor consciencia y exigen a los centros de entretenimiento que resarzan el “daño social” con una mayor rigurosidad en los impuestos a los que son sometidos. Esta es una tendencia que parece no tener marcha atrás en los próximos años en Latinoamérica.
 

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