Como cada año la arraigada tradición se conmemoró una vez más. La representación de la Pasión de Cristo en la colonia Insurgentes inició ayer Viernes Santo en punto de las 10 de la mañana; en el lugar se dieron cita cientos de personas.
El recorrido partió del templo de Cristo Salvador, y siguió por las calles Brígida Álvarez, Pinos, Avenida de Paseo del Campestre y otras más para culminar en el mismo templo.
Cientos de familias se dieron cita en las calles para presenciar nuevamente este acontecimiento, y a pesar del intenso calor las calles lucieron llenas de gente que observaban la representación que se realiza en el lugar desde hace más de 30 años.
Benjamín Jiménez Cruz, sacerdote del templo de Cristo Salvador, señaló que no sólo ser buenos una vez al año es el objetivo, sino siempre tener presente el amor de Dios y aplicar su palabra de amor durante todo el año, así como de perdón y reflexión.
“Para la colonia es un momento de ver representada la pasión de Cristo, escuchar la palabra que proclamamos en la eucaristía, es ver y recordar la pasión que nos motiva mucho a ver el amor tan grande que Cristo sintió y siente por nosotros y por los demás”, dijo.
Agregó que es tiempo de valorar lo que se tiene y ser mejores personas de manera permanente, teniendo en cuenta que actualmente el mundo padece gran dolor por la violencia, enfermedades, problemas a los que denominó como las cruces que muchos tienen que cargar en su diario vivir.
El sacerdote señaló que fueron alrededor de 80 personas las que participaron en la representación; hombres, niños, mujeres son los que cada año son parte de esta tradición, que, por los parlamentos utilizados lo hacen sonar y ver totalmente real.
En cada una de las “caídas” se detenía un momento la representación para que el sacerdote y otros participantes explicaran el recorrido ante los ojos curiosos de todos los asistentes.

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