Autoridades e insurgentes alcanzaron el domingo un acuerdo para disminuir un bloqueo en una población controlada por los rebeldes cerca de la capital siria, lo que permitirá que los civiles reciban alimentos por primera vez en varias semanas, dijeron activistas.
La tregua es la más reciente acordada en los últimos meses entre el gobierno del presidente Bashar Assad y grupos insurgentes dispersos en una guerra civil que ya cumple más de dos años y medio.
El acuerdo fue concertado en momentos en que la principal corriente de oposición siria, que tiene respaldo de Occidente, comenzó el segundo y último día de unas conversaciones en Estambul para decidir si asiste a una reunión por la paz en Ginebra programada para finales de año.
La Coalición Nacional Siria ha exigido que Assad se haga a un lado en cualquier gobierno de transición como condición para participar en las conversaciones. Funcionarios sirios dicen que el presidente permanecerá en su cargo al menos hasta que termine su mandato en 2014 y que podría postularse para la reelección.
Louay Safi, portavoz de la Coalición, dijo que las conversaciones aún estaban en marcha el domingo en la noche.
“Hay gente que está preocupada y asustada de que no ha habido suficiente preparación. Y están aquellos a los que les gustaría tomar una decisión, pero con un poco de planeación”, dijo a la prensa en Estambul.
De acuerdo con un proyecto de declaración que según los funcionarios de la coalición el grupo piensa someter al voto, la oposición en el exilio afirma “estar dispuesta” a participar en un gobierno interino, pero uno que tenga plenos poderes, incluidos los poderes ejecutivos.
Una copia del borrador obtenido por The Associated Press también decía que la coalición consultará con las “fuerzas revolucionarias dentro de Siria, así como los aliados árabes e internacionales, para explicar la posición de la coalición y reforzar la unanimidad sobre la decisión” de ésta.
Se espera también que la coalición apruebe una lista para un gabinete de ministros presentada por el primer ministro interino, Ahmad Toume, quien fue elegido en septiembre.
El grupo también ha pedido medidas de buena voluntad por parte del gobierno de Assad, entre ellas levantar cercos en las zonas controladas por los rebeldes. No estaba claro si la tregua en Qudsaya era un gesto en esa dirección, ya que ni los insurgentes ni funcionarios sirios suelen hacer comentarios sobre este tipo de acuerdos.
El grupo activista Equipo de Prensa de Qudsaya confirmó la tregua en un comunicado, pero facilitó pocos detalles. En una declaración emitida a principios de noviembre, el grupo dijo que los alimentos se agotaron en los mercados locales y que los habitantes más pobres de la zona sufrían hambruna. No fue posible contactar de inmediato a personas de ese grupo para que hicieran declaraciones sobre el particular.
Rami Abdurrahman, del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, dijo que el acuerdo permitió la llegada de alimentos y harina para pan en la localidad, ubicada en las afueras de Damasco y que afronta el bloqueo desde octubre.
El observatorio, con sede en Gran Bretaña, da seguimiento a los acontecimientos en Siria mediante una red de activistas sobre el terreno.
Todas las partes beligerantes en el conflicto en Siria han impuesto bloqueos a localidades para expulsar a los combatientes contrarios, pero los más afectados han sido las personas pobres que tienen dificultades para comprar alimentos, los adultos mayores, los enfermos y los niños.
En semanas recientes, varios mediadores sirios han intentado aliviar algunos bloqueos en diferentes zonas con modestos avances.
Gobierno y rebeldes en Siria acuerdan tregua
Autoridades e insurgentes alcanzaron el domingo un acuerdo para disminuir un bloqueo en una población controlada por los rebeldes cerca de la capital