ALGUIEN tiene que decirlo aunque se enoje el Presidente: México está otra vez en emergencia sanitaria. Y económica. Y de liderazgo. Y no, definitivamente no está controlada la pandemia. De hecho, va de mal en peor.
LA CRISIS se ha agravado por las malas decisiones, la deficiente planeación y los mensajes contradictorios del propio Andrés Manuel López Obrador, solapado por el subsecretario Hugo López-Gatell. Ante la falta de rumbo, los estados van de tumbo en tumbo, como en Nuevo León, que decidieron cerrar hasta ¡los supermercados!, como si no tuvieran ya serios problemas económicos.
YA QUE al Presidente le gustan tanto los “otros datos”, aquí hay algunos: ayer fueron registrados otros 11 mil 30 casos; Puebla tuvo que regresar al semáforo naranja; los hospitales Covid-19 de la CDMX están saturados; el 94% de las empresas no ha recibido ningún apoyo; la Marina planea reinstalar los centros de aislamiento; la caída del PIB en el año será de más del 9%; más de un millón de micros, pequeñas y medianas empresas desaparecieron con la pandemia… ¿le seguimos?
POR LOS RUMBOS de Insurgentes Norte se preguntan si Alejandro “Alito” Moreno ya abdicó en favor de Carolina Viggiano… o si la hidalguense ya se fue por la libre. Y es que, por lo que comentan los priistas, la secretaria general del partido ya se siente la dueña del priismo en Hidalgo, al grado de que anda prometiendo candidaturas, quiere decidir la estrategia para el próximo año y ya hasta anda diciendo que no descarta ser ella misma candidata. ¿Será que al dirigente nacional del PRI ya le hicieron de chivo los tamales o, mejor dicho, de papa con frijol los pastes? Es pregunta.
DICEN las malas lenguas morenistas que el subsecretario Rabindranath Salazar está trabajando con ahínco… pero no en los temas de Gobernación, sino en las precandidaturas de Lorena Cuéllar en Tlaxcala y Beatriz Mojica en Guerrero. Seguramente anda dobleteando porque no le alcanza el salario de la austeridad, pues ni modo de pensar que anda usando su cargo con fines claramente partidistas.
¡AH, CARAY! Sería bueno saber cómo está eso de que Alfonso Romo y su equipo trabajan sin cobrar en la Presidencia. En el caso del regiomontano, él mismo declaró sus ingresos como funcionario público. Sin embargo, desde que comenzó el sexenio se decía que algunos de sus colaboradores, en realidad, respondían (y cobraban) a los intereses de ciertas empresas que han sido muuuy beneficiadas por la 4T. A confesión de AMLO, relevo de pruebas. ¿O cómo era?