El Papa Francisco encabezará hoy, a través de un videomensaje, una peregrinación continental al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe
Además Su Santidad envió a México como un regalo a la Virgen Morena, una rosa de oro que será depositada a los pies de la imagen el domingo, publicó ACIprensa.
La peregrinación reunirá del 16 al 19 a cardenales, obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos provenientes de toda América en la Ciudad de México.
El evento se titula Encuentro y Peregrinación “Nuestra Señora de Guadalupe, estrella de la nueva evangelización en el continente Americano”, y estará liderado por el Cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).
Guzmán Carriquiry, secretario de la CAL, explicó ACIprensa que el objetivo de la peregrinación será pedir a la Virgen la unidad de todo el continente.
“Desde Alaska a la Patagonia iremos como peregrinos para rezar con insistencia a Nuestra Señora, como dice el Papa Francisco, y también pediremos por sus intenciones y en especial por la misión continental”, aseguró.
El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe “es el lugar de encuentro y significación de la unidad de los pueblos de todo el continente Americano, porque ella es la estrella de la nueva evangelización, emperatriz de América”, recalcó.
“Además tendrá un gesto singular: el envío como regalo para la Virgen de una rosa de oro tamaño natural, que casi podría considerarse un ramo, objeto precioso que el Pontífice manda como homenaje y devoción a la sagrada imagen”, añadió.
Cancela audiencia por resfriado
El Papa Francisco canceló sus audiencias matutinas ayer porque sufre un resfriado, en la primera ocasión que el activo Pontífice reduce sus actividades debido a una enfermedad.
Francisco, de 76 años, a quien de joven se le extirpó un pulmón a causa de una infección, se tomó la mañana libre para descansar en su hotel del Vaticano, dijo el vocero vaticano Federico Lombardi a The Associated Press. Por la tarde presidió la misa de ordenación de un nuevo Obispo en la Basílica de San Pedro.
Aunque pareció un tanto somnoliento, Francisco celebró la misa con su conducta habitual, dijo la homilía con voz clara parado en el atril y hasta improvisó algunas recomendaciones al nuevo Obispo.