Después de su adicción a las cirugías plásticas para mantener sus bubis inmensas, la actriz Heidi Montag decidió poner fin a este capítulo en su vida y reducirse de forma drástica lo que era su “talento”.
Hace dos años la rubia se sometió a una intensa sesión de hojalatería y pintura (10 cirugías plásticas) para acrecentar sus senos, tiempo en que admitía que su obsesión por el cuerpo perfecto había llegado demasiado lejos: “No puedo siquiera abrazar a mis cuatro perros; me siento como una muñeca de porcelana”.
El doloroso proceso de recuperación le costó la separación de su marido, su ex compañero de reparto en la serie “The Hills”, Stephen Pratt, con quien sostuvo un largo romance.
La relación con su madre también se dañó y aseguraba en su momento que llegó a no reconocerla y hasta decidió retirarle la palabra.
Las secuelas de la cirugía todavía la persiguen pues de nueva cuenta ingresó a la sala quirúrgica, aunque esta vez fue para hacerse una reducción del tamaño de los senos debido a que “los implantes casi me llegaban al ombligo”.
La estrella, de 27 años, pasó de ser copa F a ser copa C y comentó a la revista “US Weekly” que un doctor la alertó sobre la posibilidad de que sus implantes se deslizarán hasta su ombligo debido al excesivo tamaño.
“Me dijo que estaban cayéndose por el fondo y me espanté. Es superpeligroso para mi. Pueden caerse y lastimar tu cuerpo y es por eso que decidí ingresar al quirófano”, explicó la ex conejita de Playboy.
Heidi Montag también relató en esta entrevista que sufría de problemas de salud en la espalda y el cuello a causa de sus implantes, similares en tamaño a una bola de boliche, por lo que decidió, sin pensarlo, reducirse el tamaño de sus más preciados “tesoros” y prueba de ello es que ahora luce sana.
Heide Montag vuelve a las andadas
Después de su adicción a las cirugías plásticas para mantener sus bubis inmensas, la actriz Heidi Montag decidió poner fin a este capítulo en su vida