Que claridad de conceptos maneja @doctormacias en el tema #covid que hoy tuvimos la oportunidad de escucharlo en la sesión de #hap.. Habría que pensar si lo que el gobierno necesita es alguien como Alejandro para domar la pandemia”. –Dr. Carlos A. Leal  (tomado de su cuenta en Twitter)

Cuando nos preguntamos si ya es tiempo de reabrir escuelas y volver poco a la normalidad a partir de agosto o septiembre, sólo debemos escuchar a los expertos. Cualquier respuesta del Gobierno, los educadores e incluso de los padres de familia no es válida. 

Si los niños están pegados a la pantalla de televisión o alienados por los incontables brincos de Mario Bros; si las mamás se jalan los cabellos desesperadas por el encierro; si la burocracia cree que ya es conveniente quitar los candados de las aulas, no tienen la menor justificación. 

Cuando surge cualquier duda en nuestro trabajo periodístico sobre temas de la epidemia siempre aconsejo a nuestros editores: pregunten al Dr. Alejandro Macías qué opina. Leamos sus comentarios en redes y coleccionemos sus opiniones porque siempre habla con claridad, verdad y sin interés político alguno. Su método es la ciencia y su vocación la salud. Para el Dr. José Ángel Córdova no existió la menor duda de nombrarlo como el experto en la Secretaría de Salud cuando tuvimos el evento de la influenza en 2009. 

También podemos escuchar al Dr. Francisco Moreno del hospital ABC de la CDMX, quien no perdió nunca el valor de enfrentar las políticas equivocadas de la Secretaría de Salud. ¿Qué dirán los doctores Julio Frenk, Jaime Sepúlveda y el propio José Ángel Córdova?

Abrir las escuelas a lo loco, sin tomar decisiones a la luz de la ciencia puede ser  fatal. Cuando López-Gatell dudó del valor científico en el uso del cubrebocas, mandó una de las peores señales de toda la epidemia. Miles de vidas perdidas por quedar bien con el jefe. 

Hay otros valientes que también se distinguen por decir la verdad sin tapujos. La Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie escribió un libro titulado “Un daño irreparable”, sobre la “criminal gestión de la pandemia en Mexico”. ¿Cuántos murieron por la indolencia, la ligereza y la ignorancia? 

Una pregunta mejor planteada: ¿cuántos mexicanos se hubieran salvado bajo las decisiones sabias de científicos como Macías, Moreno, Córdova, Sepúlveda y Frenk?

Miles o cientos de miles. Cuando los mismos expertos miren hacia atrás y hagan una revisión de 2020 y 2021, encontraremos las respuestas sin duda. La historia será contada con rigor como lo hizo la Dra. Ximénez-Fyvie. 

Equivocarse en cuándo y cómo regresar a las aulas puede ocasionar no sólo la infección de niños y maestros. Imagino, porque no lo sé, que la tercera ola podría prolongar la agonía sanitaria y también la económica. Escuchaba el miércoles al Dr. Jaime Sepúlveda, con Carlos Loret de Mola, decir que no hay duda: primero es la salud, después la economía. 

En Guanajuato los números de infectados crecen aunque la letalidad es menor que en enero. Los hospitales registran ocupación reducida y el mundo parece volver a la normalidad por la movilidad y el resucitar de las empresas y el empleo. A veces olvidamos el cubrebocas, a veces nos reunimos como si estar vacunados fuera una coraza. Los doctores nos dicen que no es así. Encomendemos nuestra salud a sabios como el doctor Macías, quien ha dedicado todo este tiempo a orientar a miles de pacientes en todos los medios sin más remuneración que su vocación de servicio. 

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