México. – La población mundial aún se encuentra en suspenso debido al COVID. La vacunación ha avanzado, sin embargo, algunos países de Europa se están enfrentando a una cuarta ola pandémica. En América Latina y el Caribe el virus causó 1.382.697 muertes desde que comenzó. A nivel mundial, las muertes desde el inicio de pandemia, es de 4,2 millones, según la OMS.

Las dudas han surgido acerca de lo acertado o veraz que pueden ser o no esas cifras, por lo que dos académicos, el israelí Ariel Karlinsky, economista de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y el alemán Dmitry Kobak, neurocientífico de la Universidad de Tubinga, hicieron un estudio en el que sacan a la luz un aspecto muy controvertido en esta pandemia.

En su busqueda por obtener las cifras reales de muertos por COVID y confrontarlas con la información oficial de cada país, crearon una base de datos de “Mortalidad Mundial”, las más grande a nivel global, en esta comparan la supuesta cantidad de muertes por COVID registrada en 103 países con la cantidad de muertes ocurridas en años anteriores.

Lograron deducir la probable cifra de “muertes excedentes” por cada 100 mil habitantes, al comparar este excendente con las cifras de COVID provistas por los gobiernos, obtuvieron un índice que muestra si concuerda o no la información.

Su método de trabajo se basó en recolectar la tasa de mortalidad por todas las causas, aunque algunos países no proveen esa información, lograron cubrir Latinoamérica.

 

Las cifras reales de muertes por COVID en Latinoamérica se encuentran en entredicho

Según el estudio, en los países comprendidos por América Latina, habría más de 320 mil muertes adicionales por encima de las cifras que oficialmente se reportaron como muerte por COVID.

El estudio cuestiona la precisión de el registro de datos de varios países, sin embargo, las estadísticas de la OMS así como las de Organización Panamericana de la Salud, se apoyan de los datos que les proveen los ministerios de salud. Pero incluso la OMS alertó de un conteo insuficiente del total de muertes.

En el caso de Perú, se debe destacar que al comienzo se informó de una cifra menor, 69 mil muertos, cuando en realidad era de 185 mil, los datos fueron corregidos cuando se hicieron fuertes criticas a las autoridades sanitarias.

En México, según el estudio, la tasa de excedente es de 2,1 -es decir, de más del doble-.

Entonces, ¿qué valor tiene la información que brinda el gobierno? “las autoridades informan día a día a los medios y actúan con gran seriedad en ese sentido. Pero si comparamos las cifras con el excedente de muertes, algo no cuaja”.

La excepción es Nicaragua, dice Kobak, ya que las autoridades de ese país centroamericano informaron 50 veces por debajo de la cifra de exceso de fallecimientos.

 

¿Es objetivo este estudio?

Considerando las diversas condiciones socioeconómicas y de registro en los países latinoamericanos plantean dificultades a la hora de encontrar la causa de las diferencias estadísticas.

Dmitry Kobak aclara ese punto: “Lo bueno de poder computar el exceso de mortalidad es que esos factores no juegan ningún papel. En cada país en particular sí lo juegan. Pero en cuanto al exceso de mortalidad, eso no importa, porque se trata de muertes por todo tipo de causas, semanales o mensuales. Por eso creemos que el resultado es más objetivo”.

Ariel Karlinsky declaró que espera que los países tomen en serio esto y vuelvan a verificar su número de muertos por COVID-19.

“El estudio también demuestra que América Latina en general fue probablemente una de las regiones más golpeadas por la pandemia a nivel mundial, al menos, antes de la última ola pandémica en India”, concluye Dmitry Kobak.

 

(Información de DW)

 

AIC

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