Vaya, vaya… da la impresión de que Kamala Harris también tiene otros datos, pues no le hizo el menor caso a Andrés Manuel López Obrador en eso de reabrir ya la frontera entre México y Estados Unidos.
Pese a que el mandatario presumió que fue uno de los temas centrales de su plática telefónica con la vicepresidenta, ya quedó claro que no hay mucho interés de Washington en ese tema. De hecho, ayer se dijo que podría estar cerrada, por lo menos, dos meses más.
El asunto es que también las autoridades texanas están urgiendo a que se reabra la frontera, pero la administración de Joe Biden sigue viendo con mucha preocupación el tema de la pandemia.
Sin decir nombres, José Ángel Gurría lanzó fuertes pedradas. Al inaugurar el ciclo escolar en el Tecnológico de Monterrey, el ex canciller y ex secretario general de la OCDE ofreció una conferencia virtual en la que soltó que “no hay peor caso que un líder que se aferra a su propia verdad, a su propia razón, cuando la evidencia señala lo contrario”.
Y remató diciendo que “el líder debe dirigir, debe encabezar, debe inspirar, debe predicar con el ejemplo, debe escuchar cuidadosamente a los que sepan más que ella o que él, y después tomar decisiones”.
Por supuesto Gurría no le dedicó a nadie en específico su mensaje, pero a más de uno le dio la impresión de que esas indirectas eran muy directas.
Todos los días se escuchan llamados a dejar de lado la polarización y buscar la conciliación entre las y los mexicanos. Lo raro es que sea un morenista quien haga tal llamado. Y más sorpresivo resulta que venga del mismísimo presidente del Senado, el chiapaneco Eduardo Ramírez.
En un informe que olía más bien a destape, el presidente saliente de la Mesa Directiva de plano se puso en línea opuesta al discurso de Palacio Nacional, al decir que es hora de buscar la reconciliación entre todos. ¡Santa Virgen de Morena!
Para nadie es secreto que Ramírez quiere ser gobernador de Chiapas, de ahí que su informe con invitados políticos, empresarios y hasta diplomáticos, más bien parecía mitin de inicio de campaña.
Por cierto que en el informe del líder del Senado, reapareció públicamente el diputado Gerardo Fernández Noroña. Y aunque estuvo confinado más de dos semanas por haber dado positivo para Covid-19, el petista se presentó sin cubrebocas. Como suele suceder con los negacionistas de la pandemia, se ufanó de que no lo necesita porque, según él, ¡no está enfermo! Lo que Natura no da, San Lázaro no lo presta.