María de Lourdes Casares Espinosa fue nombrada el jueves 14 de noviembre como presidenta ciudadana del Consejo Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
El gobernador Miguel Márquez Márquez tomó protesta a Casares Espinosa en un acto en el que anunció que el Gobierno del Estado se suma a la campaña internacional de la ONU “Código Naranja”, bajo el lema “Únete Guanajuato por el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”.
Desde hace dos años, Casares Espinosa empezó a trabajar en el consejo, pero como parte de una asociación civil. Ahora la oportunidad de poder ser quien dirija el consejo, la llevan a plantearse nuevos retos.
Modificar los patrones de conducta con que han sido educadas y tratadas las mujeres en Guanajuato desde el seno familiar, es al menos uno de los objetivos que se ha planteado para abatir la violencia en contra de las mujeres.

¿Por qué aceptar el cargo de ser la presidenta de este consejo?
Ya llevaba dos años trabajando en el consejo representando a una asociación civil y sentía que faltaba más participación ciudadana. Todos los demás integrantes del consejo son representantes de dependencias gubernamentales y ellos conocen bien su programa y sus líneas de acción, y a una como ciudadana nos costaba trabajo entender.
Creo que es una oportunidad para conocer a fondo estos programas y ver cómo están trabajando las dependencias, qué irregularidades podemos observar o de qué manera podemos mejorar los programas de acuerdo a nuestra visión ciudadana.

¿Qué actividades ha realizado a favor de las mujeres aquí en la ciudad o el estado?
Ahorita estamos trabajando en varios polígonos de violencia en el municipio de León. Nosotros, creo que podemos enriquecer un poco todo lo que hemos observado, todo lo que hemos sentido de cómo se está manejando la violencia hacia la mujer dentro de las familias y cómo se está gestando, porque el estar con este contacto directo con alrededor 10 mil personas en los seis polígonos que estamos atendiendo, creo que es significativo lo que nosotros podamos escuchar de la ciudadanía para hacerlo llegar a los dependencias de Gobierno para que enriquezcan sus programas.

¿Cuáles son los polígonos en dónde han trabajado y qué tipo de acciones realizan?
Estamos trabajando ahorita en Chapalita, Coecillo, Las Joyas, San Juan Bosco, León I, Arboledas, que son los que están con más violencia e inseguridad; estamos dando talleres a los padres de familia; hemos trabajado con jóvenes, pero ahorita es con los padres para que se promueva esta cultura de paz y no violencia desde el hogar; los resultados, aunque sean a largo plazo, se van a notar más; lo más triste que yo he encontrado en esto es que los padres no se dan cuenta de que tratan a sus hijos con violencia y esto se forma como un círculo, ya descalificar al hijo o criticarlo es una violencia, porque además el resultado es que el hijo no se siente valioso, por lo que se vuelve vulnerable a caer en pandillas, a sentir que el maltrato se lo merece.
Vamos a invitar a los padres a que su forma de educar a los hijos sea más asertiva, que los acompañen en su proyecto de vida y no distingan si es niña o niño, que haya esta igualdad de desarrollo.

Acaba de tomar protesta como presidenta de este consejo, ¿pero ya cuentan con un reto u objetivo planteado, o en lo personal cuál es el reto?
Mi reto más grande va a ser involucrarme en todos los programas de todas las dependencias y conocer bien a bien qué hace Secretaría de Salud, Secretaría de Educación, qué hace el DIF, por el bien de las mujeres, por reducir esta violencia, por prevenirla, por sancionarla. Yo cumplía mi parte como asociación y veía las líneas de acción que se proponían, pero a grosso modo, ahorita mi reto es que mis días de 24 horas sean de 32 para que me dé tiempo de involucrarme como yo quisiera para entender bien qué están haciendo y cómo podemos mejorarlo y que de verdad esos programas se estén llevando a cabo, que de verdad lleguen y que el presupuesto se destine para esas líneas de estrategia de reducir, minimizar, erradicar, atender, sancionar la violencia contra las mujeres.

¿Qué facultades tiene este consejo, podrá sancionar o hacer algo más que ser observadores?
Fue lo primero que pregunté, ¿a qué me compromete el pertenecer a este consejo? Y me dijeron: tú no eres la procuradora, tú no vas a ser la juez, y dije, perfecto, muchas gracias, ya con eso sí me animo más a aceptar el cargo.

¿Ya plantearon algunas estrategias para trabajar?
Cada dependencia tiene un programa, el Gobierno ha estado trabajando y yo he visto resultados, obvio quisiéramos que los resultados fueran inmediatos, pero es un proceso de trabajo educacional porque los patrones de conducta han influido mucho y cambiar un patrón de conducta es muy difícil.
Hoy en día la mujer necesita ser dueña de su destino y necesita de un espacio para desarrollarse y para llevar su vida al término que ella decida, en eso estaremos enfocados, las estrategias van hacia allá.

¿En qué aspectos o actividades estarán más enfocados?
Pues en el trabajo que hace cada dependencia, por ejemplo, la Secretaría de Educación de erradicar estos patrones de conducta que han estereotipado al hombre y a la mujer; Secretaría de Salud en la atención de una violencia física o psicológica, en la atención a la mujer en la violencia obstétrica, que es cuando van a tener a su bebé.
Creo que es ahí donde podemos ayudar, en denunciar las irregularidades que se pueden dar por determinadas razones. El Gobierno está haciendo su parte, pero las personas a veces no actuamos con la ética que quisiéramos y no es que sea culpa del Gobierno, sino a lo mejor de algunas personas que trabajan dentro del Gobierno y no están cumpliendo, a lo mejor ahí podríamos nosotros influir un poco como ciudadanos.

¿Y no existe el temor de señalar o denunciar que no se hagan bien las cosas?
Esa es parte de las ventajas de participar como ciudadano, porque podría haber mucha más transparencia, yo no recibo un sueldo, yo no tengo nada que perder denunciando lo que yo vea que no está correcto, hay esa facultad por decirlo así, que podemos ejercer, no hay este miedo de perder el puesto o salario, si me destituyen es otra cosa, pero no hay un interés económico, y eso ayuda mucho a que haya más transparencia.

Últimamente el tema de la violencia contra la mujer y los feminicidios en Guanajuato se han disparado, desde su punto de vista ¿es algo alarmante que debiera de preocupar y ocupar más al ciudadano y al Gobierno?
Por supuesto que sí, es por eso que en la última junta de consejo, creo que fue el 8 de noviembre, se instituyó una subcomisión con la PGJ, con el Instituto de la Mujer y otras dependencias que la formaron para darle seguimiento y para que en realidad se sancione y se investiguen todos estos casos de feminicidio, sí hay una ocupación seria, no se está tomando a la ligera desde lo que he observado.

¿Al terminar el cargo de presidenta en el consejo, qué es lo que espera dejar?
Me gustaría más conciencia ciudadana de todos los individuos que estamos en este estado, de los empresarios, hasta los jóvenes, los niños en las escuelas, los padres de familia que educan de una nueva forma en donde no haya desprecio, donde haya valoración de la persona tanto de hombres como de mujeres, para poder trabajar y convivir en una cultura de paz.
A mí me gustaría sensibilizar en la violencia que vivimos, que a veces es de un día a día que forma parte de nosotros y que a veces no nos damos cuenta de este maltrato; si se logra un poco de eso ya habremos avanzado un poco más.

¿Ve complicado el panorama para llegar a este objetivo?
Yo tengo mucha esperanza y soy positiva en eso, entonces si lo viera complicado ya desde ahorita estaría llorando, pero soy positiva y creo que la gente tiene voluntad. He observado buena voluntad por lograr este cambio que ha relegado mucho a la mujer y que hay disposición no solamente de mujeres, sino de hombres porque el trabajo es para todos.

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