El movimiento para construir edificios altos principalmente de madera, como una alternativa más ecológica al acero y el concreto, ha recibido un estímulo de una fuente inusitada -un destacado bufete arquitectónico conocido por sus torres de acero y concreto.
Skidmore, Owings & Merrill, la firma con sede en Chicago que ha diseñado una larga lista de rascacielos, entre ellos el nuevo One World Trade Center en el sur de Manhattan, ha desarrollado un sistema estructural que utiliza lo que se conoce como madera masiva -columnas y losas gruesas laminadas a partir de piezas más pequeñas de madera.
En un reporte este año, la firma mostró cómo podría usarse el sistema para construir una torre residencial de 42 pisos que tendría una menor huella de carbono que una estructura convencional.
“Queríamos ver qué podemos hacer para ayudar por el lado de la sustentabilidad”, dijo William F. Baker, socio de la firma. Con su sistema, aproximadamente el 70% del material estructural es madera; casi todo lo demás, incluyendo los cimientos, es concreto.
Benton Johnson, un ingeniero que trabajó en el reporte, dijo que los rascacielos de madera podrían ayudar a solucionar el problema de proporcionar vivienda adecuada para los miles de millones de personas que viven en ciudades -al mismo tiempo que se aborda el cambio climático.
Hasta ahora, los edificios altos de madera habían sido pregonados por arquitectos e ingenieros principalmente de firmas más pequeñas fuera de Estados Unidos. Éstos recibieron con beneplácito el reporte de Skidmore, Owings & Merrill.
Michael Green, un arquitecto en Vancouver, Columbia Británica, quien ayudó a idear un sistema estructural diferente para torres de madera que fue detallado en un reporte el año pasado, dijo: “Esta es la primera forma nueva de construir en cien años”.
Se han construido pocos edificios altos modernos de madera en el mundo y sólo uno, un edificio de departamentos que fue terminado este año en Melbourne, Australia, ha alcanzado los 10 pisos.
El diseño de Green de un edificio de usos múltiples de 27 metros de altura en Prince George, Columbia Británica, lo convertirá en el edificio de madera más alto en Norteamérica cuando se termine el año próximo.
Construir más edificios, y con más pisos, requerirá cambios en los códigos de construcción -ya que la mayoría limita a las estructuras de madera a cuatro pisos o menos- y los métodos de edificación. Habrá que convencer a arquitectos, ingenieros, contratistas y, de manera crucial, a urbanistas, de que los edificios de madera pueden ser seguros, atractivos y rentables.
La producción de acero y concreto genera cantidades significativas de dióxido de carbono (CO2), un gas de invernadero, mientras que la madera retiene el carbono del CO2 eliminado de la atmósfera a través de la fotosíntesis.
Por ello, usar madera en los elementos estructurales puede ayudar a contrarrestar las emisiones de carbono de las otras facetas del proceso de construcción y de la operación del edificio ya terminado. Esto no es una construcción con estructura de madera convencional, en la que delgados elementos de madera se unen con clavos, sino algo más parecido a la construcción con losas de concreto. Baker dijo que siempre y cuando se hiciera un buen manejo del uso de bosques, los edificios de madera sustentables no deberían hacer gran mella. También hay millones de abetos en Norteamérica que murieron debido a una plaga de escarabajos y que podrían ser empleados para producir los paneles de madera.
En su reporte, Green presenta un sistema que podría ser utilizado para construir torres en zonas con actividad sísmica, como Vancouver. En lugar de concreto, usa algunas vigas de acero para permitir que el edificio responda mejor a las fuerzas de un terremoto.
Andrew Waugh, un arquitecto británico cuyo edificio de departamentos de nueve pisos en Londres, terminado en el 2009, se ha convertido en la pieza insigne del movimiento a favor de las torres de madera, dijo que ambos reportes ayudarían a generar impulso para edificios de más de 10 pisos.
“Es un momento muy emocionante”, dijo Waugh. “Se siente como el nacimiento del vuelo -es uno de esos momentos en la ingeniería”.
Adiós al acero en torres
Idean rascacielos con menor huella de carbono, para ello un bufete de arquitectos promueve la construcción de edificios de madera como una alternativa