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Damián, Arturo y Ángel eran tres jóvenes trabajadores y estudiosos que desaparecieron a finales de junio.
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Sus familias los buscaban y lamentablemente los encontraron al ver las fotografías que los señalaban como presuntos criminales muertos en un enfrentamiento con la Sedena.
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Los jóvenes estaban secuestrados, no eran criminales y ahora sus familias piden justicia pero temen represalias del Ejército.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Damián, Arturo y Ángel, tres jóvenes trabajadores y estudiosos que querían salir adelante pero fueron brutalmente asesinados por el Ejército Mexicano al pensar que eran criminales y les lanzaron al menos 243 balazos.
Damián Genevez Tercero tenía 18 años y acababa de conseguir trabajo en un autolavado y tenía apenas seis meses viviendo en la ciudad cuando desapareció el 24 de junio en Nuevo Laredo, su familia lo buscaba.
Pero no era el único, familiares de Arturo Garza, un estudiante de 19 años, también pedían ayuda a sus conocidos para dar su paradero, pues desde el 27 de junio dejaron de saber de él.
Apenas unos días después Ángel Núñez, un ayudante de mecánico, de 25 años también dejó de tener contacto con sus seres queridos y ellos lo buscaban con desesperación.
Difundiendo sus fotografías y rasgos en redes sociales y en las calles, las familias de los 3 jóvenes pasaban cada segundo angustia pero también esperanza de volver a encontrarlos, abrazarlos y platicar con ellos de nuevo; sin embargo, ésta quedó hecha trizas cuando hace unos días vieron las fotografías de sus cuerpos inertes y llenos de sangre circulando por Internet.
Las imágenes difundidas en redes sociales los señalaban como presuntos delincuentes abatidos en un enfrentamiento con efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Sin embargo, familiares de los jóvenes se dieron cuenta de que algo no encajaba en las fotos: Damián, Arturo y Ángel estaban maniatados. Ellos no eran delincuentes, estaban secuestrados.
Les dispararon cruelmente
La noche del 3 de julio soldados del Ejército Mexicano informaron que habían abatido a un comando armado que viajaba en una camioneta Pick Up color plata tras un enfrentamiento.
En el informe se dio a conocer que los soldados dispararon al menos 243 balazos contra el vehículo.Declararon que tras el cese al fuego se presentaron 12 civiles fallecidos y que no habían sido encontradas personas con signos vitales.
Pero un video del ataque muestra cómo los soldados ordenaron matar a un hombre que había sobrevivido, sin que inspeccionaran si se trataba de un criminal o de un civil.
En video se puede observar que una persona que se encontraba en la caja de la Pick Up se movió después de recibir los disparos. El hombre estaba junto a los cuerpos de otras personas y frente a ellos estaban posicionados cinco soldados quienes les apuntaban con armas y lámparas para iluminarlos.
Al detectar el movimiento del sobreviviente, los militares gritaron “¡está vivo!”, mientras que otro ordenó que lo mataran, ahí termina el video.
Estaban secuestrados y los mataron
En la misma caja en la que viajaban el sobreviviente que los soldados ordenaron matar, viajaban los jóvenes secuestrados, lamentablemente los 3 fueron alcanzados por las balazos de los militares.
Damián falleció por una herida de bala penetrante en el cráneo, según el informe del Ministerio Público, el fulminante disparo se hizo “a uno y/o tres metros de distancia”.
Arturo murió por una herida producida por un proyectil disparado por arma de alto calibre de uno a tres metros como consta en su acta de defunción. La causa de muerte de Damián y de Arturo son similares a la de Ángel, quien, de acuerdo con su acta de fallecimiento, la causa fue “por herida producida por proyectil disparado por arma de fuego penetrante a tórax” (súbito), se lee en el documento.
Defienden no sabían que estaban secuestrados
Tras el hecho, el coronel de Infantería, Francisco Enríquez Rojas, director además de Comunicación Social de la Secretaría de la Defensa Nacional, explicó que sería prácticamente imposible que el personal que esté recibiendo balazos, desde los vehículos, sepan quién es o no un delincuente.
Pero, en la grabación tomada por los mismos agentes se escucha al menos dos veces cómo se pide al personal de la Sedena el alto al fuego, pero esta orden no fue respetada. Los disparos continuaron.
Padres piden justicia y los vigilan
Para Héctor Garza, padre de Arturo, la muerte de su hijo no fue ningún accidente.
“El alto al fuego fue muchas veces, varias veces, demasiados al fuego, y peor cuando uno de los soldados grita que lo maten. En ninguna instancia eso puede ser un accidente, definitivamente no. Así haya sido mi hijo o así haya sido un delincuente, ellos no tienen el derecho de quitarte la vida (&) eso no es un accidente”, dijo a El Universal.
Raúl Tercero, padre de Damián, denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR) que desde la semana pasada se han parado camiones del Ejército afuera de su casa, y esta
semana también.
Yo lo que quiero es justicia, es lo que pido. Me estoy arriesgando a que me maten. Llegan a la puerta de mi casa como a las 11, 12 de la noche. Nosotros como el venado, escabulléndonos”, declaró el hombre.