La reforma financiera fue aprobada en su última escala ante el pleno del Senado, por una mayoría de 90 votos a favor, contra 24 de la oposición de izquierda, al cabo de casi tres horas de presentación de posiciones sobre este paquete que fortalece y moderniza al sistema bancario y de prestación de servicios a este sector.
Las bancadas del PRI, PAN, PVEM, así como una parte del PRD y Panal sumaron la mayoría.
La oposición reunió a parte del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, tanto en lo general como en las votaciones de reservas a los 34 ordenamientos y a la creación de la nueva Ley para Regular las Agrupaciones Financieras, que tienen el objetivo de alentar el desarrollo económico.
El decreto de la reforma financiera, sin cambios a la minuta que se recibió de la Cámara de Diputados, fue enviado al Ejecutivo para su promulgación.
El presidente de la Comisión de Hacienda, José Francisco Yunes Zorrilla (PRI), en tribuna presentó el sentido aprobatorio del dictamen de 979 páginas y subrayó que el paquete de leyes fortalece el sistema bancario, mercado bursátil, banca de desarrollo, a la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef), al tiempo que se modernizan los organismos financieros.
Yunes Zorrilla planteó que el sector financiero contará con un marco regulatorio sólido para generar una sana intermediación financiera y efectividad en la política monetaria.
Podrá impedir disrupciones económicas, evitar fugas de capital e inversiones, así como soslayar el pago de costos fiscales relacionados con la asistencia económica de instituciones con problemas financieros.
Carlos Mendoza Davis (PAN), dijo que la reforma abre una segunda etapa de cambios en el sector para apuntalar el desarrollo, con una democratizan de la obtención del crédito.
“Las empresas mexicanas recibirán crédito más competitivo, de manera más sencilla y expedita, y de ahí la importancia de dar facultades al Banco de México de regular las comisiones bancarias y las tasas de interés de los créditos”. Con todo, el panista Mendoza Davis afirmó que “se remienda lo que demanda un nuevo tejido completo”.
En contraparte, el coordinador del PT, Manuel Bartlett, expresó su rechazo a la presencia de capital foráneo en el sector financiero, además de que “la reforma financiera establece un régimen para que gobiernos extranjeros puedan participar en el capital social de sociedades operadoras de sociedades de inversión” y detalló que se fortalece al sistema financiero, causante de crisis internacionales y nacionales, para que lucre más a costa de sector productivo, del Estado y los trabajadores.
Los senadores aprobaron la reforma financiera tras las presentaciones por parte de las comisiones, del priísta Yunes y del perredista Alejandro Encinas, a lo que siguió una ronda de posicionamientos a favor y en contra, que dio paso a la votación en lo general y luego se abrió la sección de presentación de reservas, en la que se inscribieron 147 artículos de los 34 ordenamientos y de la nueva Ley para Regular las Agrupaciones Financieras.
Las reservas se presentaron a partir de las 14:42 horas, en los 13 grupos que formó el Ejecutivo en sendas iniciativas, por lo que esta parte consumió más de ocho horas.
Se trató del paquete de reformas más diverso y extenso que se haya englobado en un dictamen, como lo envió la Cámara de Diputados, y además de las propuestas del Ejecutivo contenía más de 500 modificaciones que se aplicaron en San Lázaro.
Alejandro Encinas llamó la atención sobre una de las medidas que, dijo, “criminalizan a los deudores, como una muestra clara del capitalismo salvaje que no tiene límites”. Dijo que ello se encuentra en los artículos 1168 y 1175 del Código de Comercio que establecen el “arraigo precautorio”, término que la Cámara de Diputados cambió por el de “erradicación de personas”, y el de “secuestro de bienes”, el cual queda como “retención de bienes”.

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