Las cárceles de los condados, en las que se aglutina la mayor parte de los internos de California, han registrado un aumento de la violencia desde que comenzaron a recibir a miles de delincuentes que antes habrían sido enviados a prisiones estatales.
Muchos de los 10 condados en los que se concentra el 70% del total de la población carcelaria de California han experimentado un aumento de las peleas entre internos o ataques a personal de la prisión, de acuerdo con registros solicitados por The Associated Press.
El aumento obedece a una ley impulsada por el gobernador Jerry Brown que permite a acusados de delitos menores ir a cárceles de los condados en lugar de ser enviados a prisiones estatales. Aunque la violencia en algunos centros se ha reducido, la tendencia indica que hay más ataques desde que la ley entró en vigor el 1 de octubre de 2011.
Brown buscaba el realineamiento del sistema penitenciario estatal en respuesta a órdenes de cortes federales que le pedían reducir la sobrepoblación de las prisiones como herramienta para mejorar el tratamiento médico y mental de los internos estatales. Pero el cambio ha llevado a los condados muchos de los problemas que ya se presentaban en los centros de reclusión estatales.
Cerca de 2.000 internos fueron atacados por otros presos en el primer año de vigencia de la ley, un tercio más que el año previo, muestran las cifras compiladas por la AP. Los ataques a empleados de prisiones se incrementaron en 165 en el mismo periodo.
El aumento en la violencia era de esperarse porque la nueva ley disponía que un mayor número de criminales fueran sentenciados a purgar su pena en prisiones de los condados. No obstante, la cantidad de ataques supera el aumento en la población durante el periodo estudiado. En promedio, la población de internos aumentó el 14% durante 2012, mientras los ataques entre presidiaros creció el 32%, y las agresiones de los reclusos a personal de las penitenciarías se incrementaron el 27%.
Para junio, las cárceles de 10 condados albergaban a 58.000 internos, unos 7.600 más de su capacidad instalada.
“Estamos viendo un poco más de influencia de pandillas dentro de las cárceles y un poco más de violencia”, dijo John McMahon, alguacil del condado de San Bernardino, donde se han incrementado a más del doble los ataques contra empleados carcelarios.
Actualmente, sólo los condenados por crímenes violentos o de índole sexual son enviados a las prisiones estatales, lo que permite a los llamados presos de bajo nivel cumplir su sentencia en cárceles locales que fueron diseñadas para retener a los delincuentes por un año a lo sumo. Los liberados bajo palabra que violan las condiciones impuestas también son enviados a las prisiones estatales.
“La violencia simplemente está siendo transferida del sistema estatal a las instalaciones locales”, dijo el vicealguacil del condado de Fresno Tom Gattie.
Fresno es uno de varios condados que fueron demandados por los abogados que obligaron al estado a reducir la sobrepoblación y por las mismas razones. El número de internos aumentó el 78% entre enero de 2011 y enero de 2013, en lo que se incluye un incremento del 40% desde que la ley de realineamiento entró en vigor.
En el condado de Sacramento, los ataques a empleados de la cárcel han aumentado 164%, el mayor porcentaje en un condado grande. En uno de ellos, el oficial Kenny Gouveia, que trataba de apaciguar a dos reos que peleaban en la unidad siquiátrica de la cárcel fue atacado por un preso.
Los informes de ataques de presos a funcionarios en 44 de los 58 condados de California compilados por la Junta Correccional del estado mostró que durante los tres primeros meses de vigencia de la ley los ataques bajaron, pero que desde entonces el aumento ha sido sostenido.

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