Aunque no tan dulce como la popular naranja, la toronja reúne beneficios indiscutibles.
Es uno de los frutos más eficaces para la desintoxicación del cuerpo por su poder alcalinizante, que facilita la eliminación de algunas sustancias nocivas en el organismo.
Sus niveles de vitamina C fortalecen el sistema inmunológico y evitan resfriados o gripas, lo que la convierte en un aliado natural durante la temporada invernal.
Por su alto contenido de fibra, la toronja es digestiva, pero también diurética, por lo que es recomendable para quienes sufren de padecimientos del hígado, ya que disminuye la presencia de ácido úrico.
Tiene efectos beneficiosos por la presencia de dos flavonoides: la rutina y la naringina, la primera realiza una acción protectora frente a las lesiones nefrotóxicas y la segunda, una acción antiulcerogénica.
Se pueden utilizar sus hojas, frutos y jugo como antitrombótico, para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica y la prevención de enfermedades aterotrombóticas. También se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y protectoras de los vasos sanguíneos.
Se recomienda que luego de una comida grasosa se ingiera su jugo o se coma al natural como postre, ya que ayudará a que las grasas saturadas comiencen a ser procesadas, para que luego puedan eliminarse en buena medida, gracias al ácido málico que facilita el proceso de digestión.
Es aconsejable comerla en gajos, ya que posee ácido galacturónico, una fibra soluble que ayuda a reducir el colesterol en la sangre y la placa que obstruye las arterias.
Los expertos la recomiendan para el control de peso por ser baja en azúcares. Su alto contenido de agua provoca la sensación de saciedad, lo cual inhibe el apetito.
Fuente: Leticia Hernández, nutrióloga
La toronja contiene:
– 90% de agua
– Sodio
– Calcio
– Hierro
– Fósforo
– Magnesio
– Azufre
– Cloro
– Potasio
– Vitamina A
– Vitamina B
– Vitamina B2
– Vitamina B3
– Vitamina C