La mala distribución de espacios en el mercado Embajadoras ha ocasionado que los clientes y las ventas bajen, por lo que locatarios y usuarios pidieron la intervención de autoridades municipales.
En la parte alta de este mercado, los giros comerciales que ahí se han establecido prácticamente se enciman y se estorban unos con otros, lo que ha ocasionado que los clientes cada vez sean menos.
En el lugar, lo mismo pueden verse juntos locales de venta de comida, que de ropa de segunda clase, frutas, verduras, plásticos y calzado de segunda mano, entre otros.
“Estamos muy revueltos, no hay lugares definidos para los productos que se ofrecen y eso ha ocasionado que la gente no venga”, dijo Rubén, un vendedor de ropa de segunda que se ubica a espaldas de un local de venta de birria.
El único giro que aparentemente cuenta con un lugar definido es el de alimentos preparados, el cual se ubica al fondo del segundo piso del que se considera el segundo centro de abasto más importante de la ciudad.
Entre los usuarios y clientes la falta de orden ha ocasionado que su presencia disminuya, ya que consideran que el lugar no cumple con las normas sanitarias adecuadas.
“Todo está muy junto ves la venta de ropa y calzado junto a la de comida; por ejemplo la ropa de segunda puede contener bacterias y otros bichos que pueden infectar alimentos”, dijo Mónica, una madre de familia que acude a comprar su despensa.
Como ella, muchas amas de casa acuden al lugar porque saben que los precios de algunos productos son más económicos que en otros lados, pero se sienten incómodas por la forma en cómo están distribuidos los giros.
“Hay puestos muy juntos, los de la comida están muy cerca de la ropa y zapatos, la fruta y la verdura está por todos lados, no hay un lugar en donde estén juntos y puedas aprovechar mejor la variedad que ofrecen”, aseguró Zulema, ama de casa.

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