Con Bücken Eis refrescan a capitalinos

Un viaje a Europa, específicamente a una pequeña región de Alemania llamada Bücken, dio una refrescante idea a un estudiante de la Universidad de Guanajuato, y es que gracias a que se interesó por una deliciosa tradición de ese pueblo, ahora existen los “Bücken Eis” en Guanajuato.
Max Martínez Azcona, de 26 años, es estudiante de Comercio Internacional de la UG, aunque es originario del norte de Tijuana, decidió estudiar en Guanajuato, en agosto del 2013, junto con su amigo y ahora socio Manuel Hernández Elizondo, de 27 años, y originario de San Luis Potosí, estudiante de Arquitectura de la UG, crearon su propio negocio.
“Los dos habíamos trabajado de meseros, pero como que ya queríamos nuestro propio negocio y a mí se me quedó la idea de cuando fui a Alemania, allá hacen mermeladas a mano tradicionales de todo tipo, de fresa, mango, piña, de toda la fruta que te puedas imaginar y es sin azúcar procesada, es la pura fruta, por eso yo dije, ¿en qué la podemos aplicar?, ¿en qué se puede vender?, ¿en qué estaría más rica?”, contó Max Martínez.
Los universitarios pusieron manos a la obra y crearon “Bücken Eis”, que son raspados, más bien tipo smoothies, que ellos preparan a mano, con hielo raspado, al que le aplican las tradicionales recetas europeas de la mermelada, su tía quien se casó con un alemán de Bücken es quien elabora las recetas secretas de esta deliciosa pulpa o mermelada.
Dentro de la Plaza Ágora del Baratillo se encuentran los Bücken Ace, un carrito que además los mismos estudiantes diseñaron, donde colocaron frascos de colores donde anuncian la extensa gama de sabores que ofertan como los tradicionales de limón, piña, fresa, vainilla, hasta sabores de arrayanes, zarzamora, kalúa, grosella y más.
Además el Bücken lleva a elegir una gama de “toppics” o ingredientes extra que se ponen encima como chocolate, chocoretas, dulce, mangos con chile, galletas de chocolate y otros ingredientes que el cliente pida.
“Los que más vendemos, como que nuestro producto estrella son los “diablitos”, así les pusimos porque llevan de base chilito en polvo, chamoy, limón deshidratado y luego les ponemos la mermelada que elijan que puede ser zarzamora, limón, kiwi, arrayanes, lo que quieran y luego se le pone la paleta o tamaroca, ese es el que más nos piden”, platicó Manuel Hernández.
La mayoría de sus clientes son jóvenes de secundaria, preparatoria y universitarios, quienes prefieren los sabores exóticos, aunque también los adultos capitalinos y extranjeros se acercan a probar los ricos Bücken Eis.