El Templo de San Roque, ubicado en la zona Centro de la Capital, fue construido en el año 1726 por el sacerdote don Juan José de Sopeña y Cervera, su fachada es de estilo barroco sobrio.
Para algunos escritores, la Plaza de San Roque, ubicada frente al templo con el mismo nombre, “es un trozo de Sevilla, como si hubiese sido trasladada a través del océano. Esta placita despliega por los cuatro costados un sabor a la España del siglo XVI”, narran escritores al hablar del Templo de San Roque y de su plaza.
De acuerdo con escritos, desde el 13 de octubre de 1746 hasta el 13 de marzo de 1794, el templo funcionó como una Santa Escuela de Cristo creada por el religioso Luis Felipe Neri de Alfaro. Hoy en día, se caracteriza por su sencilla fachada y por los retablos neóclasicos que resguarda.
En el año 1953, en la Plaza de San Roque, Enrique Ruelas inició las representaciones de los Entremeses Cervantinos, que empezaron el 20 de febrero de ese año, los cuales son una muestra del teatro universitario guanajuatense, “donde la figura de Cervantes se mezcla con la de sus propios personajes”, cuentan historiadores.
Enrique Ruelas eligió la placita como escenario, con el fondo, la fachada del templo, para representar con sus alumnos los Entremeses Cervantinos. Se encuentra entre casas coloniales y callejones, toda la zona conforma una escenografía insuperable.
Con el tiempo, los Entremeses derivaron en el ya célebre Festival Cervantino, que se efectuó con carácter internacional por vez primera en 1972.
remodelación del templo
Para mantener la tradición casi intacta, el párroco Teodoro Zárate González, actual sacerdote de la Parroquia de Belén, junto con un grupo de guanajuatenses interesados, iniciaron la remodelación del templo, que desde hace años no se había tocado.
El padre ‘Teo’ como mejor se le conoce, platicó que la remodelación inició hace 5 años, pues el interior ya estaba muy deteriorado, había desde agujeros en las cúpulas hasta grietas en las gruesas paredes que datan de hace casi 300 años.
“San Roque pertenece a la jurisdicción de Belén, es un templo muy antiguo que necesitaba una remodelación, algunas personas comprometieron su tiempo para hacer esta obra y formamos una asociación civil que ha tomado la responsabilidad de encabezar esta obra; comenzando por la dirección del arquitecto Héctor Bravo, la contadora Margarita Palomino, Martín Zavala, las señoras Lucila, Inés y Lourdes Rodríguez, Chonita Pérez, Alfredo Fonseca y el padre Félix” contó el párroco.
El padre ‘Teo’ platicó que a través de los años, la pintura se ha ido deteriorando, se picó, el enjarre se desprendió, las paredes ya estaban muy “cansadas”, por lo que el grupo de restauradores tuvieron que ir viendo dónde está hueco, despintado, rayado y estropeado para poder repararlo.
autoriza el inah
Las pinturas que llevan las paredes, columnas, cornisas y rosetones, deben ser los originales, o por lo menos acercarse a los que se usaron hace siglos, la reestructura del templo debe respetar cada rasgo, pues para su remodelación, la iglesia ha tenido que pedir el permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes piden que se preserve la estructura, forma, frescos y todos los espacios del recinto, por ser una obra arquitectónica que data de hace 288 años.
“Es una obra que avanza lentamente, tiene muchos detalles que por muy pequeños que parezcan se tienen que trabajar escrupulosamente, hay que tener mucho cuidado, no se trata de hacer cosas malechas, hay partes donde ya está muy dañado”, dijo el sacerdote.
Los restauradores vienen de Irapuato, ellos se han dedicado a reparar iglesias que datan de siglos atrás, platicaron que la pintura y las formas deben respetarse, pues una de las paredes del coro ( la parte donde iba el órgano y los músicos durante las ceremonias religiosas), se tuvo que despintar porque tenía una capa de color azul, pero debajo descubrieron que había figuras, las cuales están siendo retocadas.
“Estamos en la parte del coro, están buscando la pintura original, eso va a llevar como 4 semanas de trabajo, y ¿cuándo pensamos terminar? hemos estado a punto de suspender la obra varias veces, pero la Divina Providencia a través de las personas que dicen “aquí hay más dinero”, pues hemos podido continuar en la obra”, contó el padre ‘Teo’.
para la cúpula falta medio millón
Para reparar la cúpula que es de los espacios que aún no están terminados, se necesita como un millón y medio de pesos, “es dinero que no tenemos, vamos al día, pero yo creo que en este mes de abril, por falta de recursos terminaríamos la obra porque ya prácticamente se ve la nave de la obra restaurada”, dijo.
El templo ha quedado casi restaurado pero aún falta la cúpula y algunas conisas, rosetones y pinturas, así como columnas que datan de hace casi 300 años y se les ha hecho poco, el padre Teodoro contó que han avanzado con la ayuda de los donativos y parte del trabajo que han hecho como iglesia y patronato, como kermeses, recolección de envases, cartón y vidrio y venta de criptas que hay en la misma iglesia.
Aunque por dentro está casi restaurado, la fachada sigue intacta pues es parte de los Entremeses Cervantinos y precisamente su fachada antigua es el atractivo turístico.
Rescatan belleza arquitectónica
Con ayuda de voluntarios remodelan su interior.