Gisela Pérez Pérez actualmente es Técnica en Urgencias Médicas en la Cruz Roja de Guanajuato, con varios años de experiencia, el salvar vidas y cambiar mentalidades es algo que la identifica en su ser.
Entró a dicha institución a la edad de 17 años, como socorrista, por influencia de su hermano quien daba su servicio social y le platicaba lo que realizaba, por tal motivo decidió formar parte del grupo de personas voluntarias en la Cruz Roja delegación San Felipe.
Desde niña le ha gustado todo lo relacionado con el área de salud, en especial el de urgencias, por lo que está estudiando la carrera de Enfermería en la universidad de Guanajuato y en sus ratos libres es paramédico.
Desde que ingresó a la Cruz Roja se propuso varias metas de las cuales ha cumplido varias y está en constantes capacitaciones para estar mejor preparada y atender cualquier tipo de servicio.
Su familia al enterarse que sería socorrista voluntaria no estuvo de acuerdo y recibió regaños por el riesgo que corría.
“Al entrar a Cruz Roja y meterme más de lleno, tuve que enfrentarme a los disgustos y regaños de mamá, pues no estaba de acuerdo en que le dedicara la mayoría de mi tiempo a Cruz Roja, y siempre me dijo que jamás estaría de acuerdo, aparte que corría mucho peligro, pero con el tiempo se dio cuenta que Cruz Roja era mi vida, y que jamás la dejaría por voluntad mía, de tal manera que ella lo asimiló y ahora sí me apoyan en lo que sea, aunque me sigue recordando el riesgo que enfrento”, platicó.
Pérez Pérez comentó que le encanta su trabajo y ama ser parte de Cruz Roja, le gusta ayudar a la gente, disminuyendo el sufrimiento humano ocasionado por accidentes u otras circunstancias que afectan la integridad física de los capitalinos.
La impulsa a seguir adelanté y mejorar día a día, el recibir un gracias de corazón, una mirada y sonrisa que reflejen el agradecimiento y la satisfacción de salva una vida.
“El ser paramédico me ha cambiado mi vida, no sólo el hecho de ser paramédico, sino ser parte de Cruz Roja, es algo que ya ha marcado mi vida, incluso es de las mejores cosas que me han pasado y algo que jamás cambiaría, se ha convertido en mi pasión”, explico Gisela.
Por último mencionó que jamás dejará de ser paramédico, porque ahora es algo que lleva en la sangre.
Lo lleva en la sangre
La paramédico Gisela Pérez se dedica a salvar vidas desde los 17 años