En la secundaria del Centro Educacional Piloto el abuso sexual del profesor de educación física hacia una alumna de 13 años no es el único problema.
Los alumnos también enfrentan la existencia de cinco pandillas que realizan bullying entre los demás estudiantes. Incluso en por lo menos dos ocasiones ha tenido que llegar la policía.
Lo peor de todo es que ni el director Néstor Antonio Saucedo Valtierra ni el subdirector Sergio Gustavo Rosas Malacara hacen nada por frenar la situación ni por castigar a los agresores. También venden droga a los propios estudiantes.
Así lo reveló un alumno de esa escuela, víctima y testigo de estas agresiones, quien da su testimonio a am Express, quien lo entrevistó personalmente, pero pidió omitir su nombre por temor a represalias.
“Hay como cinco pandillas. Te dicen de cosas cuando estás solo. Para entrar a esas pandillas tenemos que golpear a otros, ponernos aretes y que nos golpeen”.
Cada pandilla tiene alrededor de 12 integrantes. Sus líderes son: Pedro, de tercer grado; Jorge, de tercer grado; Noé, de primer grado y Gustavo, de primer grado.
“Pedro y Noé agreden adentro y afuera de la escuela; Jorge sólo adentro y Gustavo es muy tranquilo, no ataca ni adentro ni afuera, sólo cuando hay una pelea echa montón. Pedro está muy grande, es el más agresivo. El director (de la escuela, Néstor Saucedo Valtierra se lleva con ellos. Le dicen ‘pelón’ y él les contesta.
VENDEN Y REGALANMARIHUANA
El estudiante de secundaria asegura que uno de los jefes de una de las pandillas regala droga a los integrantes de ésta. Pero a los demás se las vende.
“Un día vendieron droga en mi salón. Como empezó a oler, el maestro revisó las mochilas, revisó a uno que estaba muy callado y encontró marihuana, creo.
Al que la vendió no lo corrieron, lo suspendieron tres días.
“Es muy hiperactivo (el vendedor de marihuana). Golpea de repente, baja los pantalones a los demás. El prefecto pasa reportes porque él no puede aplicar suspensión, pero la dirección no hace nada, sólo llama a los papás y no hace nada”.
En el grupo de este muchacho, tres de sus compañeros venden droga y afirma que en la escuela, seis alumnos en total.
“A los que son de la banda, se la regalan, y cuando la venden, es de cinco pesos la bolsita. Traen como 10 bolsitas, como dicen que ahí no se vende mucho”.
La marihuana la venden en la parte de atrás de la escuela, donde colinda con la Escuela Normal Oficial, en una esquina donde la barda hace ángulo, donde hay un árbol y algunos dejan sus motocicletas, porque es un lugar apartado y los muchachos se pueden esconder fácilmente de los demás. Pero de todos modos es notorio, afirma este estudiante del Centro Educacional Piloto.
“Hay maestros que se han dado cuenta, pero no se ve que hagan nada, como ahí dejan los coches, pasan todos los días por ahí y se ve, pero no hacen nada”, sostiene.
LLEGÓ AMBULANCIA POR NIÑO
El episodio más grave que se ha dado es de un niño de tercero A, que sabía artes marciales, así que los miembros de la pandilla de Noé le metieron el pie, lo tiraron al piso y ya no se pudo levantar. Llegó la ambulancia por él y al día siguiente llegó con un pie enyesado. Esto sucedió en diciembre.
Pero no ha sido el único. A una niña de segundo grado un niño la golpeó en la espalada y la tiró al suelo. Suspendieron tanto al agresor como a la niña, por lo cual su mamá fue a reclamar por qué la habían suspendido si ella fue la golpeada.
Frustración,la causa
Los motivos que provocan el bullying son muchos: frustración por varias cosas, tensión, el hecho de que alguien sea agredido en su casa y luego en la escuela repita la acción para “desquitarse”, ausencia de sentido de todo tipo de autoridad y que no se educa para la solidaridad y el respeto, señala Armando Gómez Villalpando, profesor de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
Define a la frustración como no empoderamiento, el que a un estudiante todo mundo le dice lo que debe de hacer, que otro decide por él, que no haya dinero en su familia es no empoderamiento, no hay satisfacciones.
“Lo que hace que uno haga bullying es que uno esté cargado de emociones y no se sabe cómo procesarlas. El bullying sucede porque se desplazan cargas emocionales agresivas hacia gente vulnerable”.
Otra puede ser que uno de los alumnos sea un “nerd”, es decir, un estudiante muy inteligente y excesivamente dedicado a sus estudios, personalidad que generalmente tiene menos habilidades psicosociales para relacionarse con los demás.
“Hay personas que son agredidas en su casa, a su vez repiten en la escuela.
“El agredido en su casa es víctima por el padre, generalmente, y en la escuela se desquita con otro para identificarse con el victimario”.
Otra puede ser la envidia, que es el hecho de no poder tener lo que otro tiene y no poder lograrlo. Y con lo que tiene no compensa lo que le hace falta.
“Las causas también se deben a la falta de autoridad: de los padres, del gobierno. La falta de límites. Que a los maestros o a los compañeros no les importe si le pegan o no, no me importa, pero no hagan mucho ruido. Esta es una expresión de la corrupción del tejido social”.
Además, señala Armando Gómez Villalpando, quien cuenta con 35 años de experiencia en docencia en preparatoria, licenciatura, maestría y doctorado, que en general no se educa para la solidaridad y el respeto.