La tarde de ayer, la Plaza de la Paz y la calle Ponciano Aguilar se cubrieron de júbilo y tristeza tras la despedía del Abad Juan Rodríguez Alba.
En medio de llantos y sonrisas, los capitalinos le dieron el adiós a un hombre que predicó la palabra de Dios durante 17 años en la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, llenando los corazones de fe y esperanza.
Algunos feligreses llegaron desde las 5 de la tarde para ganar los lugares que se encontraban frente al escenario para estar cerca del Abad, quien ofrecería su última misa en la capital.
“Llegué temprano para ganar lugar hasta adelante, porque vengo a despedir a quien para mi es más que un Abad, es un amigo, un compañero, él me dio esperanza y fe en mi religión, me da tristeza que se vaya, porque deja un gran vacío en mi ser”, explicó con sentimiento la señora Margarita “N”.
Entre los asistentes había sentimientos encontrados, como los que expresó una joven integrante del grupo “Regnum Cristi”, originario de Guanajuato, “me da mucha tristeza que se vaya el Abad, porque él nos ha enseñado muchas cosas bonitas sobre Cristo, además de las ocasiones que convivimos con él en eventos y ceremonias, pero estoy feliz de poder despedir hoy en este día tan importante para él, ya que comenzará otra etapa de su vocación”, mencionó Mari Tere Domínguez.
La emoción en los miles de feligreses presentes se podía sentir en el ambiente, al escucharlos cantar canciones religiosas y alentando al sacerdote con porras.
Un grupo de estudiantes del Instituto Hispanoamericano, formaron una pequeña valla con carteles y mensajes que mostraban su apoyo y cariño hacia el padre Juan.
En la multitud, el color blanco sobresalía, recordando la pureza y la paz que siempre manejó el señor Rodríguez Alba.
Para el evento, se utilizaron  mil 200 sillas, las cuales no fueron suficientes, debido a los miles de fieles que se congregaron.
Alrededor de las 7 de la tarde, el Abad Juan Rodríguez Alba salió de la Basílica para dirigirse al escenario ubicado a un costado del Santuario y oficiar su última misa.
Durante el recorrido, seis bandas de guerra tocaron la melodía “Honores a Cristo Rey”.
Cien capitalinos, identificados con playeras de color blanco, estampadas en la parte de atrás con la leyenda: “Comité de despedida, Abad Juan Rodríguez Alba”, se encargaron de vigilar y prestar apoyo a quien lo necesitara, como voto de devoción.
También elementos de Protección Civil, Bomberos Pozuelos y policías municipales, apoyaron para evitar cualquier incidente.
Por último, para agradecer la respuesta y las muestras de cariño, se realizó una verbena popular en la calle El Truco.
EL MENSAJE
“Somos como el burro del Domingo de Ramos; nosotros sólo servimos para llevar al Señor a cuestas”, dijo Juan Rodríguez Alba, a los cientos, tal vez miles de feligreses que anoche lo despidieron en la Plaza de la Paz. El sacerdote dijo también: “aún hay muchos demonios que exorcisar: los demonios de la pobreza, la violencia, el vicio”.
Ya había concluido la ceremonia religiosa, ya habían hablado los representantes de los grupos de laicos; incluso, Gerardo Alcalá Quiroz, representante del gobernador Miguel Márquez Márquez; pero Rodríguez Alba parecía tener deseos de expresar con más profundidad sus ideas.
“Debemos agradecer al Señor todo lo que nos ha dado, debemos llevarlo a él a los sitios donde sea necesario para evangelizar porque somos como el burro del Domingo de Ramos, nada más su vehículo”. Luego, parafraseando la frase que se encuentra inscrita en el monumento a El Pípila, manifestó: “los exhorto a trabajar, porque aún hay muchos demonios que exorcisar”.
“Si queremos alcanzar la verdadera independencia, es necesario unirnos contra las injusticias, la pobreza, la violencia y el vicio, esas son nuestras cadenas”.
PALABRAS DE MÁRQUEZ
A nombre del gobernador, el asesor de la Secretaría de Gobierno, Alcalá Quiroz, alabó al ex Abad de la Basílica de Guanajuato, dijo que el gobierno reconoce en él a “un verdadero líder de la sociedad, un hombre propositivo, protagonista de sucesos tan importantes de la ciudad, como este, en el que se han reunido miles de personas, reciba usted nuestra felicitación”.
También hablaron Dolores Alvarez Gazga y el profesor Juan Antonio Negrete Cruz, quien además anunció que el próximo 19 de junio, diferentes grupos de laicos realizarán una marcha de la Alhóndiga de Granaditas hasta el Congreso del Estado, para “defender el derecho a la vida”. Y en su oportunidad, Juan Carlos Delgado Zárate, “a nombre de la sociedad católica”, agradeció al sacerdote sus enseñanzas para atacar al pecado no a las personas. Delgado Zárate expuso que el ex gobernador Juan Carlos Romero Hicks al referirse al ex Abad “siempre lo puso muy en alto como un hombre muy honesto”.
Después de los mensajes se realizó una verbena popular.
Cabe mencionar que Rodríguez Alba se trasladará a León donde habrá de desempeñarse como vicario general de la diócesis.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *