Con un beso de sus hijos y de su esposa, encomendado a Dios y a la Virgen de San Juan, todos los días sale de su casa para ir a trabajar, a exponer su vida enfrentando a la delincuencia.
El oficial Prado, tiene diez años trabajando en la Policía Municipal en dos periodos, la primera vez duró 6 años y se dio de baja, pero hace cuatro años regresó a la corporación porque le ganaron las ganas de seguir siendo policía, le gusta su trabajo y trata de hacerlo lo mejor posible.
Su desempeño lo ha llevado a formar parte de los grupos especiales de la Policía Rural, y del operativo Intermunicipal, actualmente integra el grupo Cóndor, donde tienen la orden de realizar operativos de vigilancia en las colonias para tratar de evitar el robo a casa habitación, por eso junto con sus compañeros revisa a las personas y automóviles sospechosos.
Casi siempre anda bien armado, sabe el uso y manejo de las armas largas y le gusta portar el uniforme de la Policía.
Durante los diez años que ha trabajado como policía ha visto pasar a muchos oficiales que desertaron porque no les gustó el trabajo.
“Para ser policía es fundamental que te guste el trabajo, que le eches ganas, que cumplas las indicaciones, que le pongas empeño y que cumplas con tu deber, hay que ponerse la camiseta, hay que saber portar el uniforme”, mencionó.
Durante un reporte que le tocó cubrir, el oficial resultó lesionado de un brazo, fue en una riña registrada en Las Teresas, intentó disuadir a las personas que se estaban peleando.
Pero una de las ocasiones donde ha estado en medio del peligro, fue cuando formaba parte del Operativo Intermunicipal, donde participan elementos de León, Silao, Romita, Manuel Doblado, Guanajuato, San Francisco del Rincón y Purísima del Rincón, esa vez participó en una persecución a balazos.
Eran dos hombres que portaban armas de grueso calibre, pero después de seguirlos, junto con sus compañeros, lograron detenerlos.
“Cuando estás en una situación de riesgo, no piensas en nada, sólo te concentras en cumplir el objetivo, en salir bien, una vez que cumples con el deber, entonces es cuando te pones a pensar en tu familia, en lo que pudo haber pasado si algo hubiera salido mal”, relató.
Sin miedo al peligro
Aunque hace 4 años desertó, el oficial Prado volvió porque le gusta ser policía.