En apenas un mes de lluvia, donde los registros pluviométricos de la ciudad llegan a 230 milímetros de los 660 que se registran cada año, las presas de la ciudad lucen a su máxima capacidad.
De acuerdo con el meteorólogo, Jacinto Jaramillo, en el mes junio fueron 230 milímetros cúbicos de lluvia, lo que representa una tercera parte de la cantidad de lluvia que cada año se registra en Guanajuato.
“En el mes de junio se acumularon 230 milímetros de lluvia y se espera que julio y agosto mantengan la frecuencia para poder llegar a los 660 que se registran cada año”, dijo.
Con las lluvias registradas hasta la fecha y cuando aún falta por transcurrir lo más fuerte de la temporada de ciclones y huracanes en las costas del Pacífico y Atlántico, se prevé que para este año bien pueda darse una cifra récord en materia de precipitaciones.
Explicó el hecho de que las presas se hayan llenado en un tiempo tan corto, es una muestra de que 2014 será un año abundante en materia de lluvias.
Consideró que es ahora cuando autoridades y el organismo operador de agua deben emprender acciones para fomentar un uso adecuado y evitar el desperdicio.
“No porque las presas están llenas y se tienen registros de que las lluvias van a seguir nos vamos a poner a desperdiciar. La gente debe tomar conciencia y hacer un buen uso de ella”, aseguró.
Señaló que de acuerdo con los reportes meteorológicos se espera que las precipitaciones mantengan la regularidad mostrada hasta ahora, por lo que es seguro que en las próximas semanas van a continuar las lluvias.
Vigilan niveles
Directivos y funcionarios del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guanajuato (Simapag) supervisaron las condiciones en que se encuentran las presas con las que se abastece de agua potable a distintas zonas de la ciudad.
La medida fue adoptada con la finalidad de conocer el estado en que se encuentran las presas La Esperanza, La Soledad y Mata, las cuales abastecen de agua potable a la ciudad y que en menos de un mes de lluvia están a punto de llegar al 100 por ciento de su capacidad.
Y es que las tres presas se ubican en zonas altas de la ciudad, lo que representa que reciben constantes escurrimientos, que implican que un breve tiempo pueden llegar a su máxima capacidad y de no realizar supervisiones, se pueden presentar algunas contingencias.
Así lo explicó el director del Simapag, José Lara Lona, quien precisó que por ahora las presas no representan riesgo alguno, ya que las tres cuentan con un sistema de vertedero, el cual impide que haya desbordamientos que generen riesgos para la población.
Explicó que el nivel de almacenamiento de los embalses, actualmente es del 95 por ciento, de las cuales La Esperanza y La Soledad están al 96 por ciento y Mata al 90.