Prestadores de servicios y restauranteros de la capital no están contentos con la propuesta de directivos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para retirar mesas y sillas de establecimientos del rubro que se ubican en calles de la zona centro.
Para los que forman parte de este sector lo mejor sería que autoridades federales y locales regularán el funcionamiento de este mobiliario que se ubica en el exterior de restaurantes y bares, principalmente e insistieron en que no deben de retirarse.
Recordaron que además por cada mesa o silla que se tenga en el exterior de sus negocios hay que pagar una cantidad mensual cercana a los 300 pesos.
“El problema es que no hay un reglamento para su funcionamiento y tanto el sector como la autoridad de algún modo se han conformado con el pago que hacemos cada mes por el uso de la vía pública”, dijo Salvador Jaime Arroyo, presidente de la Canirac.
Consideró que antes de que el INAH tome una determinación al respecto, se requiere de una revisión a fondo de la actual situación, sobre todo porque esa recomendación tiene como origen supuestas afectaciones a la imagen urbana.
Actualmente, en diversas plazas, plazuelas y calles de la zona centro funcionan al menos unos 30 establecimientos que han ampliado su espacio al exterior.
Por su parte, el titular de la Asociación de Bares y Cantinas, Enrique Puga recordó que desde hace dos años han solicitado a autoridades municipales los lineamientos para poder ocupar espacios de uso común y siguen a la espera.
Restauranteros, a guardar mesas
Dicen afectados que se debe regular el uso del mobiliario.