De acuerdo con las últimas mediciones del Simapag, las presas con las que se abastece a la población presentan un porcentaje de azolve del 55 por ciento, lo que ha mermado la capacidad de almacenamiento.
Esa disminución ocasiona que el nivel de almacenamiento de las presas La Esperanza, La Soledad y Mata sea menor.
Aunque el nivel de azolve varía año con año debido a la ubicación de las presas, pues cada cuenca tiene distinto porcentaje de escurrimientos, cada año las presas pierden hasta el 2 por ciento de su capacidad por esta causa.
El azolve es el material y sedimentos que las lluvias arrastran hasta las presas, el cual se va acumulando en el fondo y minando la capacidad de almacenamiento.
Es por esto que el Simapag impulsa proyectos como la nueva presa en Burrones.

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