“Si no hay trabajo diario la inspiración se va”, fueron las primeras palabras que la artista Carmen Esquivel dijo sobre su trabajo pictórico que ha sido parte de su vida desde hace más de 45 años.
La pintora autodidacta habló sobre sus inicios, en una ocasión tuvo la oportunidad de ir a Bellas Artes, -ella es de San Luis Potosí-, ahí en el centro del país conoció a un artista que en vez de ofrecerle clases de dibujo la alentó a continuar con su peculiar estilo de arte Naif, corriente caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad. Él le dijo: no necesita nada más que dedicarte a pintar.
A partir de entonces empezó con varios proyectos y tomó clases de historia del arte. “Surgió porque tenía una amigas que querían tomar clases de pintura y mi esposo tenía un amigo que era muy buen pintor (…) hubo personas que se interesaron mucho por mi arte entre ellos Miguel Bueno”.
Además en Bellas Artes tuvo la oportunidad de conocer a artistas de talla internacional como José Luis Cuevas, Jorge González Camarena y el crítico de arte Antonio Rodríguez, quienes elogiaron su trabajo pictórico.“El arte Naif es difícil no ha toda la gente le llega pero a mi me ha ido muy bien”.
Considerada por muchos colegas como la auténtica pintora naif de México, al poco tiempo tuvo invitaciones para exponer su obra, incluso en algún momento recibió el apoyo del artista Rufino Tamayo. “Esto ya forma parte de mi vida porque no puedo deshacerme de todo esto, aprendí que todo mundo tiene que hacer algo con el que estés contigo mismo”.
Parte de su obra forma parte del acervo del museo José Luis Cuevas, una mujer que a pesar de todo añora haber vivido en la Ciudad de México, sin embargo con el paso de los años las puertas siguen abiertas en diferentes recintos culturales. “El arte es lo único que te hace libre, es lo que une a los pueblos”.
Comentó que uno de sus hijos está trabajando en un espacio para crear el Museo de Arte Naif Carmen Esquivel, algo que le llena de mucha alegría y satisfacción. “Un artista ve la belleza en todas partes”.
Su obra se caracteriza por paisajes naturales envueltos en la vida cotidiana de los lugareños, unido con tradiciones, personajes de la historia de México y alguno que otro familiar. “Son temas que surgen de repente, el arte Naif es fantástico pero no llega a ser surrealista”.
Contenta de estar en Guanajuato, hace tiempo tuvo una exposición colectiva en el Museo Casa Diego Rivera, ahora su obra se puede apreciar en el Museo Gene Byron, lugar donde además tuvo el gusto de escuchar un concierto de dos guitarras.

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