Con trenzas largas, rebozos de colores, “chapitas” pintadas, collares coloridos y brillantes “de tres vueltas”, guaraches y con huipiles bordados de flores de colores, cientos de “inditas” de todas las edades, desfilaron hacia la Calzada de Guadalupe para dar gracias a la Guadalupana por los favores recibidos durante el año.
Por las calles de Guanajuato se observaron durante todo el día a las “inditas” e “inditos” y hasta a los “Juan Diegos” que orgullosos caminaron por más de una hora para llegar a visitar el Templo de la Virgen de Guadalupe.
Los vestidos de manta con la imagen de la “Morenita del Tepeyac” se lucieron al por mayor en la celebración religiosa, y sin importar el frío, las niñas y niños, bebés y hasta los adultos y adultos mayores lucieron sus trajes que desde días antes confeccionaron o compraron para la ocasión.
La vestimenta de los hombres fueron los tradicionales trajes de manta con bordados en las piernas y brazos, así como los bigotes simulando la tradicional imagen del mexicano, muchos añadieron a sus trajes la ofrenda de una caja de madera con mandarinas, naranjas, rábanos, zanahorias y cilantro.
Otros usaron gabanes para protegerse un poco del frío, así como pañoletas en la cabeza.
LA FIESTA
Desde las 6 de la mañana inició la celebración en la Calzada de Guadalupe con las tradicionales mañanitas, a las que acudieron principalmente los vecinos de la zona, danzas, ofrendas, grupos de música, el torito y cientos de comerciantes se congregaron para dar inicio a una de las fiestas más importante para los católicos.
Los capitalinos aprovecharon para visitar el templo, otros más visitaron la Iglesia de Pardo donde también se honra a la Virgen de Guadalupe.
En colonias como Las Teresas, Pueblito de Rocha, Cerro del Cuarto, Cerro de los Leones, Santa Teresa y varias casas de la zona Centro, se pudo observar la imagen de la Virgen de Guadalupe, que también fue festejada con danzas y una comida ofrecida por los dueños de las imágenes.
Otros fieles llevaron sus imágenes cargando para que fuera bendecida en el Templo de la Calzada, no les importó caminar con ella en brazos, sin importar el peso, ya que fueron imágenes desde las que caben en la palma de la mano, hasta las que fue necesario llevarlas en un altar completo.
Dentro de los festejos no pudieron faltar las decenas de espacios donde se ofrecían fotografías para los niños, con un escenario que simulaba el Cerro del Tepeyac, lugar donde Juan Diego vio a la Virgen Morena.
Durante todo el día y hasta la noche, los fieles capitalinos visitaron con devoción a la Virgen de Guadalupe y le ofrecieron además de su fe incondicional, el cariño con el que miles de mexicanos nombran a la Virgen Morena.
Llegan los “inditos” de todas las edades
Caminaron largos tramos para llegar hasta la Virgen