Alrededor de 1.5 millones de pesos en vales para materiales de construcción fueron entregados por personal de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) a más de 100 miembros de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) de Dolores Hidalgo, San Diego de la Unión, San Luis de la Paz y Ocampo.
Los vales serán canjeados en las próximas semanas, explicó personal de Sedatu; los proveedores acudirán a los domicilios para entregar el material por valor de 15 mil pesos para la construcción de un cuarto, que será responsabilidad de cada beneficiario.
A la entrega simbólica de cinco vales acudieron Daniel Armando Ponce, representante de la Sedatu; Lenin López Razo, representante de la UNTA en Guanajuato; y Josefa Moncada Jiménez, representante de la UNTA y de Proviviendo.
La entrega fue promovida ante instancias federales y estatales por la asociación de productores Proviviendo de Dolores Hidalgo y la UNTA, que esperan doblar los recursos el próximo año, explicó López Razo.
Agregó que de no aplicarse los recursos, es probable que el próximo año ya no se entreguen, “así pasó en Coahuila, el año pasado no se aplicaron dos apoyos y este año lo perdió todo el estado”.
En Dolores Hidalgo los beneficiarios son de las comunidades El Sisote, La Cantera, Ejido Jesús María, Lomas de Lourdes, San José de Badillo, El Llano de Arriba, Santa Teresa, La Luz, La Regalada de Abajo, Tanque Colorado, San Ignacio, Peña Prieta, Lindero de Soledad Nueva, Santa Clara, Refugio de Trancas, La Cantera y Soledad Nueva.
Y también de las colonias Independencia y San Antonio del Carmen; para obtener el apoyo los beneficiarios solo tuvieron que comprobar que participan activamente en la UNTA.

BUSCA APOYO
Sofía Luna, de más de 60 años, habitante de la comunidad La Cantera, también recibió un vale; sin embargo, no sabe cómo hará para construir el cuarto pues ella no puede caminar y no tiene dinero para pagar un albañil.
“A ver si hay algún voluntario porque no tengo con qué pagar”, dijo la mujer que recibió su vale en su asiento pues desde hace tiempo que las piernas ya no le responden.
“Mi esposo también ya está grande, ya no puede trabajar”, dijo la mujer que iba acompañada de un hombre de la misma comunidad que se ofreció a llevar a recibir su apoyo.
Personal de la UNTA aseguró que buscarían quién apoyará a la mujer para la construcción de su cuarto.

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