A sus poco más de 70 años de edad, la señora María del Socorro Rodríguez se siente desprotegida y expuesta a las bajas temperaturas, pues su casa hecha a base de láminas de hoja de lata se ubica en un arroyuelo, donde el frío cala fuerte, a todas horas.
Residente desde hace algunas décadas en el barrio del Manantial, en la colonia Carrizo, María del Socorro aseguró que los últimos inviernos los ha resentido más, pues desde hace varios años, vive sola en su humilde vivienda.
“Tengo cinco hijos, pero ellos ya hicieron su vida y se fueron a vivir a otro lados, ahora estoy sola y con estos fríos de todos modos tengo que salir a buscarle”, dijo.
De pequeña estatura, esta mujer es el reflejo de cómo es la vida en los barrios y colonias de la ciudad, donde no importan las limitaciones que se tengan, ni tampoco las necesidades, todos sin importar su edad o condición, a diario tienen que luchar por la vida.
Justo en el exterior de su hogar, el cual asegura con un candado, María del Socorro apuntó que cada año siente más frío, “a lo mejor porque ya estoy grande y vivo sola”.
En el sitio en que vive y por donde alguna vez corrió un arroyo, es claro que los inviernos son de tomarse en cuenta, pues al medio día cuando fue abordada por am Express, en el lugar el frío se sentía fuerte.

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