Al menos tres familias que viven en la Ex Estación del Ferrocarril se encuentran en serio peligro, debido a los desprendimientos rocosos que ocurren en el lugar y que han invadido sus patios traseros.
Los inmuebles colindan con un barranco que separa a este asentamiento con el Callejón del Espejo, en la Ex Estación estas familias viven con el temor a flor de piel, porque el cerro no tiene ninguna protección para las familias.
Las personas que viven en las casas de los que alguna vez fueron los trabajadores que prestaron sus servicios para Ferrocarriles Nacionales de México, saben el peligro a que se enfrentan, pero hasta ahora no han recibido apoyo o visita alguna de autoridades municipales.
Sus hogares que se ubican en un costado de la vialidad que comunica a la Ex Estación con el Paseo Ashland, están en riesgo porque desde el barranco que los separa del Barrio del Espejo, de manera frecuente se desprenden rocas, ramas, así como troncos de árbol.
SE LLENAN PATIOSDE ROCAS Y TRONCOS
Los patios traseros de estas casas son el lugar en donde la fuerza de la naturaleza deposita todo lo que se desprende del barranco que tiene unos 15 metros de altura.
El mayor peligro que corren quienes residen en estas casas, radica en sus hogares que están construidos con madera y, por el peso y dimensiones de las rocas que se han desprendido, una afectación sería puede ocurrir en cualquier momento.
La situación no es nueva para los vecinos, pues prácticamente desde que llegaron a vivir a este lugar allá por la década de 1970, los desprendimientos se han hecho presentes, aunque no se ha registrado afectación alguna.
Para controlar de algún modo la problemática, los vecinos han construido muros de contención en sus patios traseros, aunque cada vez es mayor la cantidad de material acumulado en el interior de su hogar.
Esperan atención
Los vecinos, como es el caso de la familia Rosales, esperan que por lo menos haya una revisión de la Dirección Municipal de Protección Civil (PC), pues hasta ahora no han tenido una visita de parte de instancias municipales y desconocen las condiciones reales de seguridad en el lugar.
El mayor temor que tienen los residentes es que sus problemas sean más fuertes en la temporada de lluvias, pues debido a la humedad que se genera es cuando mayor cantidad de desprendimientos se registran.
Al ser consultados por este medio, los residentes optaron por no dar su punto de vista, pues aseguraron que ya han recurrido a apoyo de autoridades municipales y hasta la fecha no han contado con respaldo alguno.