Sergio García Ledesma
Han sido más de 50 años en los “llanos” de antaño y en las ahora modernizadas canchas, con ligeras incursiones en los campos profesionales. Entre el riesgo y las amenazas, en su soledad con sus endebles “armas”, el silbato y las tarjetas.
José Venegas Luna, durante ese tiempo ha abrazado la labor de ser árbitro de futbol en la localidad, considerado el más longevo que se mantiene activo hasta la actualidad.
Miembro de esa generación de primeros árbitros que sancionaban los partidos en Las Lamas, los “jales” de Durán, el campo Uno y Tres, la antigua Estación desde los años sesentas, “Venegas” como ha sido conocido en el medio del futbol y arbitraje local, cuenta sus vivencias en la difícil labor.
Nacido en 1949, en el antiguo barrio de Jesús María, ubicado en esa época donde ahora está la cancha de basquetbol de Los Pastitos, recordó que se inició en el arbitraje a invitación de Carlos Lara, donde tenía de compañeros a “Palillo” Vivanco, Javier Rezéndis, Celestino González y otros.
Prefirió el arbitraje
También fue jugador y llegó a militar en el reconocido equipo del Capfce que militaba en la Zona Centro. Antes con el recordados “Chuta Piedras”, conocido al morir varios de sus integrantes durante la inundación del 13 de agosto de 1970.
Pero le dio más por el arbitraje y así se convirtió en un apasionado que se conserva activo a la fecha, en ligas de veteranos y rurales. En 1965 fundó el Colegio Guanajuato que a la fecha sigue vigente.
Citó a árbitros como Dagoberto Alpizar, Jesús Peña, Fernando Vázquez, Nahum Landeros, Asunción Lira, entre sus principales pilares de antaño de ese colegio y explicó que también cumplió funciones semiprofesionales en esa labor.
Gratos recuerdos
“Éramos requeridos para el torneo de reservas de profesionales y acudíamos al Estadio León e Irapuato. Ahí hicimos amistad con jugadores como los hermanos Razo, Rafael Albretch y otros, que venían con nosotros a Guanajuato”, indicó.
Pero la labor del arbitraje también está llena de momentos de riesgo y anecdóticos, entre ellos recordó algunos.
“Una ve me pusieron una pistola en la cabeza, en una final de la campesina entre Cuevas y El Ranchito. Un señor que aún vende carnitas en la entrada de Cuevas, me decía al medio tiempo que tenía que ganar Cuevas o ya sabía y me apuntaba con la pistola en la cabeza. Sólo le dije que le tirara, al fin que le le tenía más miedo a la vida que a la muerte. Al final ganó Cuevas”, contó.
Entre sus anécdotas explicó la que le sucedió una ocasión en una final Calderones, cuando uno de sus abanderados no llegó y como no había más, vistió a su hija de árbitro y le puso una gorra para que no le vieran el pelo largo. Así la puso de juez de línea y la gente no se dio cuenta hasta que terminó el partido, ya que todo salió bien. Sus hijos optaron por no elegir el arbitraje.
No se ha salvado a las agresiones y citó a Juan Carlos Saucedo y Edmundo Almanza, entre quienes los han golpeado en la cancha.
En su largo paso por los campos de futbol comentó que a su jucio los mejores jugadores que ha visto en Guanajuato han sido Haroldo Guerrero, Javier Garnica, Ramón “Quini” Rendón y de los últimos Martín “Negro” Rosales.
Entre los árbitros elogió a Jaime Vázquez, a quien considera como el que más aptitudes tenía y así lo hizo al abrazar el profesionalismo.
Por ahora José Venegas Luna, cercano a cumplir 7 décadas de vida, se mantiene con el silbato sancionando partidos en algunas ligas y comenta que como esta bien de salud así seguirá, sin saber hasta cuando.