A un día de que se estrenara este blockbuster, cientos de críticos de cine publicaron reseñas destruyendo este filme que se esperaba fuese una de las mejores entregas de superhéroes del 2016. La verdad, no es tan mala como parece, de hecho hay películas de este género peores con calificaciones más altas. O películas mediocres que se supone son magníficas como Los Vengadores: la era de Ultrón o Batman: el caballero de la noche asciende. No puedo ni empezar a contar los terribles errores de coherencia en estos filmes porque me tomaría todo un libro. 
Pero entonces ¿cuál es el crimen de Batman vs Superman: el origen de la justicia? Que nos muestra las verdaderas intenciones de los estudios y casas productoras: a ellos sólo les interesa vender y punto; ya que este filme es un comercial larguísimo para promocionar sus próximas películas. Sí, este filme es publicidad de 2 horas y media. ¿Por qué? Porque junta un montón de historias que no llegan a nada, con peleas anticlimáticas y cortes de edición como de sitcom o de telenovela en donde un hecho pasa hacia otro con transiciones forzadísimas. 
Al principio arranca bien, Bruce Wayne está molesto porque en la pelea contra el General Zod, básicamente Superman destruyó Metrópolis dejando una cantidad enorme de humanos muertos. Eso crea una enorme controversia, ¿es Superman un mal más grande que los terroristas o que los enemigos de la humanidad?, ¿es acaso una amenaza en lugar de una solución? Grandes preguntas que no se responden, simplemente se olvidan conforme va avanzando el filme, incluso cuando éstas son la base de la trama. Otras fallas del guión están en la relación amorosa entre Superman (Henry Cavill) y Lois (Amy Adams). Si no hubiese leído los cómics, de verdad que no creería que ambos se amen. No tienen química y eso es porque no tienen una historia detrás que los respalde. Y ya que mencioné a Lois Lane, tampoco me encantó lo que hicieron con ella. Se supone que es una reportera atrevida, que se enfrenta a veces a los golpes con criminales y que puede salir de los problemas en los que se encuentre, sin embargo aquí es completamente dependiente de Superman y francamente, sumamente inútil. ¡Vaya forma de desperdiciar una gran actriz como Amy Adams! 
De las cosas buenas: Batman. Estamos ante un Bruce Wayne (Ben Affleck) maduro que es justamente un playboy no como una fachada, sino porque es solitario y no sabe entablar relaciones estables. Su único amigo es Alfred y punto. A su vez, no se compadece de los criminales, no le interesa no romper brazos o cuellos, si tiene que hacerlo no se va a tentar el corazón. Otro gran momento ocurre cuando aparece la Mujer Maravilla (Gal Gadot) en el campo de batalla, justo en el instante oportuno y peleando como una gran amazona: sin miedo. Aunque su entrada es un poco hilarante con las guitarras de fondo que la acompañan. 
Lamentablemente Batman vs Superman era un filme que daba para más, contaba con un reparto enorme de excelentes actores, con grandes personajes, con una base sólida para crear una gran historia; pero no crece porque simplemente nada de esto interesó. Los productores creyeron que los fans se iban a conformar con otra historia gastada sin un desenlace, o con puros efectos especiales y aspectos técnicos. Eso era en años pasados, ahora buscamos grandes guiones que acompañen a los fuegos artificiales. 

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