Despiden a dos directores
Frente a las constantes quejas de la desatención a los ciudadanos este viernes el alcalde capitalino, Édgar Castro Cerrillo decidió dar un cambio de timón, así quienes salieron de la administración municipal el pasado viernes fueron el director de Desarrollo Rural, José Luis Rivera Jasso, así como la titular de la Casa de la Cultura, Claudia Alejandra Espinoza Andreu.
Con la salida de los dos primeros funcionarios, cuyo trabajo dejó mucho que desear, comenzó un cambio en la administración municipal.
Se comenta que Claudia Alejandra Espinoza Andreu firmó su salida, desde el momento que desatendió su trabajo.
Algo que se reflejó en el incumplimiento en los pagos de los honorarios de los maestros talleristas de la Casa de la Cultura, quienes duraron más de dos meses sin percibir un peso.
Incluso los maestros crearon un grupo de whatsapp, donde platicaban los pésimos momentos que pasaban, porque no tenían ni para pagar la renta.
Frente a esta situación se dice que Alejandra Espinoza responsabilizó al alcalde capitalino, Édgar Castro, porque presuntamente no había firmado los cheques de pago. Órales, cuando la realidad es que esta funcionaria no estaba atenta con su trabajo, dicen.
Quien también salió de la administración municipal fue José Luis Rivera Jasso “El Goma”, quien tenía varias taches encima.
Se comenta que la primera queja fue cuando chocó una camioneta en la Sierra de Santa Rosa, en presunto estado de ebriedad, posteriormente dicen que fue visto en un bar con la camioneta del Municipio.
El problema que comentan, causó su salida, fueron las constantes quejas de la desatención y olvido que viven las comunidades municipales, las cuales carecen de agua, drenaje, alumbrado, caminos dignos, etc.
Frente a esta situación, los cambios de timón no se hicieron esperar, hay quien asegura que este lunes el alcalde dará a conocer a los encargados de las direcciones acéfalas. Órales.
Y se rumora que vienen más cambios, quienes se van, son: el titular de Fiscalización Efrén López Rodríguez; el coordinador de Servicios Municipales, Manuel Ludovico Mata Vega; el director de Turismo, Salvador Jaime Arroyo. La realidad es que el futuro de estos últimos funcionarios pende de un hilo.
Se cansa Contralor
Dicen que algo que causó risa en la semana fue que el Contralor Municipal, Juan Manuel Valdés Fonseca, hizo un llamado a los síndicos y regidores, para que por favor ya no le manden carpetas de investigación de algunas transas y otras irregularidades.
Se comenta que Valdés Fonseca argumentó que ya tenía mucho trabajo, aunque no se ven resultados, así que temas como la investigación de la desaparición de material de construcción en el Parque Florencio Antillón por una cantidad de aproximadamente 300 mil pesos, ya de plano no lo iba a investigar.
Como se recuerda los trabajos de rehabilitación del Parque Florencio Antillón, comenzaron en la pasada administración durante el trienio del ex edil Luis Fernando Gutiérrez Márquez.
Así que al Contralor Municipal se le cansó el caballo, cuando apenas empiezan las carreras. ¿También estará en la cuerda floja?, habrá que esperar.
Violencia, ¿y ahora quién podrá…?
Para explicar lo que pasa con la inseguridad y la violencia en Guanajuato y León, los números son fríos.
Durante una década, de 1998 al 2008, el número de homicidios dolosos se mantuvo entre 200 y 300 en el Estadio, incluso hasta menos como en 2004 con 194; el primer repunte fue en 2009 al alcanzar los 414 y de ahí empezó la espiral ascendente hasta el récord de 879 que se registró el año pasado.
Esas cifras registra el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En el reporte de enero a mayo de este año son 349 homicidios dolosos en Guanajuato. Y, siendo más precisos para el análisis comparativo y hablar de una tasa (que son los hechos ocurridos por cada 100 mil habitantes), en lo que va del año esa es de 5.95 para Guanajuato, abajo del promedio nacional que está en 6.33.
Ocupamos el lugar 12 en el País, es decir, menos peor que estados como Colima, Guerrero, Sinaloa, Baja California, Morelos, Chihuahua, Zacatecas, Michoacán, Oaxaca, Sonora, Tamaulipas. La peor tasa es la de Colima con 33.30, mientras que en el sitio 11 ya le pisa los talones a Guanajuato la de Tamaulipas, con 6.31. Y un poquito mejor la que registran otros como Jalisco y el Estado de México.
Esa tasa es la que insiste el secretario de Seguridad Pública, Álvar Cabeza de Vaca, para situar a la entidad y decir, con razón, que no estamos en el ranking de los estados más rojos en homicidios.
Lo que falta agregar es que, para no ir tan lejos, al revisar la tasa de homicidios dolosos del 2010, que fue de 7.86, Guanajuato ocupaba el lugar 20, así que escalamos ya de ese tiempo a la fecha ¡ocho lugares!
Hay otros delitos donde basta ver lo que éramos hace 20 años para ponernos los pelos de punta. Por ejemplo en el robo de vehículo con violencia en 1997 se denunciaron 32, y se llegó al máximo histórico de 545 el año pasado. De enero a mayo de este año la situación no pinta mejor, ya son 253 denuncias.
Y en el robo de vehículo sin violencia también 2015 fue año récord con 4,912.
Otro dato revelador es que en la incidencia delictiva (es decir, el número de delitos cometidos) Guanajuato fue en mayo el tercer lugar nacional con 9,804 hechos, sólo debajo de Estado de México y Distrito Federal, ambos con una población considerablemente mayor que la nuestra.
En cifras más alentadoras para Guanajuato está el registro de secuestro que tuvo su año más alto en 2009 con 78, hasta cerrar el año pasado únicamente con ocho denuncias y cuatro hasta mayo de 2016.
Igual de significativa caída se da en el delito de extorsión que alcanzó 523 casos en 2012, en el 2013 fueron 468, y para el 2014 bajó a 32 para cerrar con sólo ocho casos en 2015 y uno en este año.
En el caso de León, la ola reciente de homicidios ocurrida en junio pone otra vez sobre la mesa la urgencia de la reflexión de los tres niveles de Gobierno, de los tres Poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), y de la sociedad, sobre lo que está pasando. El reconocimiento de que no estamos bien, debe ser lo primero.
En León los homicidios dolosos fueron 116 en el 2011, se dispararon a 179 en 2012, luego fueron 167 en 2013, 166 en el 2014 y 154 en el 2015. Y de enero a junio sumaron ¡85! homicidios en la ciudad.
En junio la alerta roja no cesó ni un momento. El procurador Carlos Zamarripa salió a explicar que 12 de los asesinatos cometidos en junio tienen relación con el crimen organizado, por lo que hubo que aceptar lo evidente, que hay una disputa de grupos delictivos por controlar el crimen en la ciudad.
El Procurador dice que ya envió refuerzos de inteligencia a la Unidad de Investigación de Homicidios de la PGJE para resolver los crímenes de León, y que tienen algunas órdenes de aprehensión por estos hechos recientes, de las que informará cuando logren detener a los presuntos responsables.
Mientras tanto, el alcalde Héctor López se entretuvo pensando si se iba o no a su periodo vacacional.
El secretario de Seguridad Pública de León, Luis Enrique Ramírez Saldaña, declara que va a reforzar su estrategia con el apoyo del Estado y la Federación, y la oposición le pregunta ¿cuál es esa estrategia?
El delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Guanajuato, Jaime Porfirio García, salió del marasmo para declarar tímidamente que sí está trabajando, pero sin poder informar en qué.
Una exalcaldesa hoy diputada federal, Bárbara Botello, pide cuentas del millonario programa Escudo, las que no supo dar cuando le tocó a ella enfrentar también el problema de la inseguridad y violencia. Y un secretario de Seguridad Estatal, Álvar Cabeza de Vaca, que no atina a convencer de esa inversión.
A su regreso de Europa el gobernador Miguel Márquez tendrá mucho que corregir, ¿a poco no?
Sin dinero para prevenir
Y cuando se habla de enfrentar las condiciones de inseguridad y violencia los que saben, y los que no, coinciden en un tema: hay que apostar por la prevención del delito, atender la raíz de los problemas.
Nos dicen que no todo es más equipo, patrullas, policías, y tienen razón. Que bonito se escucha en el discurso porque en la realidad los recursos destinados a programas de prevención del delito no están.
En León la Dirección de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad, que dirige Elías Lira, tiene un presupuesto municipal de 2 millones de pesos, además de otros 2.5 millones de Fortaseg.
La gran bolsa es la que llega del Programa Nacional de Prevención de la Violencia y la Delincuencia que se creó en el actual sexenio del Gobierno federal y que opera la Secretaría de Gobernación. El pasado 17 de febrero se instaló el Comité Interinstitucional para la Prevención Social y se anunciaron 79.7 millones de pesos a distribuirse en cuatro municipios de la entidad: León, 36.1 millones; Celaya, 21 millones; San Luis de la Paz, 12.9 millones, y Guanajuato capital con 9.6 millones de pesos.
Pero ya se fue medio año y no ha llegado un peso de ese fondo, y ni saben para cuándo aterrice.
El Director de Prevención del Delito en León cuenta que ya tienen los programas validados, que ahora no destinarán el recurso para obra pública (el anterior trienio de ese fondo se rehabilitaron y crearon nuevos espacios públicos, se acondicionaron canchas deportivas y los famosos centros Multipol).
Ahora el proyecto es aplicarlo en programas de atención a niños, adolescentes y jóvenes, en diversas actividades formativas, recreativas, culturales, deportivas, entre otras, a concretarse en los siete polígonos ya definidos: León I, Chapalita, Arboledas, El Coecillo, Las Joyas, Piletas y San Juan Bosco.
El recurso debe llegar en dos ministraciones, el 70% primero y luego el otro 30%, ¿cuándo?, ni idea.
Y a nivel de Gobierno del Estado también va siendo tiempo de que el subsecretario de Prevención del Delito que el gobernador Márquez nombrara en enero, Marco Antonio Rodríguez, informe resultados.
El leonés Rodríguez Vázquez es mejor conocido como un eficiente operador electoral panista y con una nutrida trayectoria en cargos estatales y federales relacionados con el tema del Trabajo y Previsión Social, ahora toca demuestre porqué el Gobernador le encargó esta responsabilidad que para nada es menor.
Impulso Social, contra el tiempo
El programa Impulso Social, que con tanto bombo y platillo lanzaron el gobernador Márquez y su secretario de Desarrollo Social, Diego Sinhué Rodríguez, tiene una carrera contra el tiempo.
A la Administración Estatal le quedan dos años para decir adiós y a este programa ‘estrella’ para dar resultados medibles y convencer de que no se trata de una estrategia para encartar a Diego para algo más. Eso en el mejor escenario de que Márquez y el Secretario no decidan dejar antes sus encargos.
La nueva política social compromete intervenir 339 zonas Impulso que abarca a un millón 30 mil guanajuatenses con 3 mil obras y acciones y una inversión de 5 mil millones en tres años, de deuda estatal y de aportación municipal. Además, focalizar en esas zonas otros 142 programas sociales.
El primer año se programó atender 100 zonas Impulso. En cada una debe integrarse un comité ciudadano que, con el respaldo de la autoridad, será el que priorice las acciones y las supervisen.
Pues bien, ¿cómo vamos hoy?, el reporte es de 59 comités integrados y 45 más en proceso.
Los municipios con más comités integrados son: Celaya, 14; León, 10; Salamanca, 9; Irapuato, 8; Silao, 4, y Pénjamo, Valle de Santiago, Abasolo y Dolores Hidalgo, con dos cada municipio.
El Estado debe convencer de que atenderá a todos los municipios con equidad. En la lista no vemos todavía el arranque en municipios priístas como Guanajuato capital, San Diego o Salvatierra; en verdes como San Felipe o Yuriria; amarillos como Acámbaro, Moroleón, o el independiente Comonfort.
No coman ansias, este mismo año habrá acciones de Impulso en los 46 municipios, asegura Sinhué.
También está por presentar el Observatorio Académico, que integrarán 6 rectores de universidades públicas y privadas, y que es la bandera del Secretario para blindar la política social del Estado.
En su gira del jueves en Valle de Santiago el alcalde Manuel Granados se emocionó y de plano lo destapo como aspirante a la gubernatura. Ya veremos si a Diego no lo distrae el “canto de la sirena”.