Mis cortazarianos lectores, este fin de semana será breve, porque muchos queremos descansar un momento de la cotidianidad. Así que debemos movernos entre todos estos seres que nos encontramos en la vida diaria. Y para esto conviene leer el libro de Julio Cortázar: Historias de Cronopios y de Famas. Este libro surge como divertimento para todos aquellos que les gusta jugar con la literatura, al mero estilo de Cortázar.
Recomendaciones de este libro son muchas, pues en su brevedad nos topamos con estos seres llamados “cronopios”, “famas” y “esperanzas”. Los famas son esos seres “normales” que encontramos en la vida diaria. Las personas que toman café, que trabajan y van al médico, pero los cronopios son todo lo contrario. Son los artistas. Son seres que rompen esquemas, pero lo hacen por su misma naturaleza. Tenemos por ejemplo cronopios que pierden las llaves de su casa, pero al buscarlas, las buscan en la mesa, la mesa en su misma sala, la sala en su casa, la casa en la calle… pero al no encontrar sus llaves, no pueden salir a la calle.
Muchos dicen que los términos sugieren la trascendencia del hombre al tener a “Chronos” como padrino, pero no. Cortázar confirma que el nombre le gustó bastante y sólo sonaba bien. Los famas y esperanzas podrían tener un significado. De ahí sólo podemos conocer sus experiencias y cómo creó a los cronopios. Cortázar dice que en una presentación de teatro en Francia vio de pronto descender del telón a pequeños seres de 10cm de alto de color verde que se movían con desplantes de presteza. Entonces ahí supo de dónde venían, y se identificó con ellos.
Entre sus acciones, son los seres más poéticos de todos. Pues les gusta un idioma y deciden que todo salga en dicho idioma, o que les gusta sentarse bajo las rosas y pensar en lo que dejaron atrás. Los famas son más amargados. Seguidos por las buenas maneras, odian a los cronopios y detestan cuando bailan o cuando hacen espectáculos de llantos y desplantes. Son seres centrados, mientras los esperanzas se controlan más, pero llevan una vida melancólica y contemplativa.
Increíblemente el libro es tan breve como los mismos cronopios, por ello les invitamos a conocer un poco más de estos, mis cortazarianos lectores. Ya que dejar este libro de lado sería como ignorar todo lo que es bello, dejar sándwiches de queso olvidados en los refrigeradores y no contemplar la luna cuando sale en cenit. Todos estos microrrelatos son interesantes y recomendados, por lo que los invito a conocer a Julio Cortázar y esta obra tan importante para su bibliografía.

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