Con la finalidad de explotar el bolsillo de los conductores y abonar al problema de movilidad que se vive en el primer cuadro de la ciudad, los franeleros acaparan cajones de estacionamiento públicos en la calle de Juan Valle.
Aunque existe un elemento de la Policía Vial recorriendo la calle de Juan Valle, en esta vialidad sólo impera la ley de los “viene, viene”.

¿Cómo los apartan?
Son jóvenes que astutamente apartan cajones de estacionamiento a las afueras del Registro Civil y en la mayor parte de la vialidad.
Para ello utilizan motocicletas, estacionan los automóviles de sus clientes a una distancia mínima de dos metros, para así cuando llegue otro carro se muevan los vehículos contiguos y liberan un cajón de estacionamiento.
En esta calle existe uno de los múltiples cajones de estacionamiento para motocicletas regados por todo el Centro de la ciudad, los cuales en su mayoría son ignorados por los motociclistas quienes estacionan sus unidades motoras sobre la banqueta, en sitios para automóviles como hacen los franeleros de Juan Valle, sin que nadie los infraccione. 
Estas acciones que obstaculizan la movilidad se hacen impunemente, ya que en la presente administración los franeleros terminan por convertirse en auxiliares viales. 
Esta problemática es apreciada por los tránsitos, quienes están conscientes de que hace falta afinar el Reglamento de Tránsito, para evitar que los franeleros se adueñen de las calles.

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