En cuanto al varón, hay que aclarar que eyacular no es igual a tener un orgasmo; la eyaculación ocurre porque las contracciones musculares vacían las vesículas seminales, donde se forma y acumula el semen, mientras que el orgasmo es una sensación subjetiva de placer que nada tiene que ver con el vaciamiento, el cual también les produce placer ya que es una manera de liberar tensión pero se sabe que los varones presentan eyaculaciones sin orgasmo. Pueden presentar orgasmos: acompañado de eyaculación, sin eyaculación, multiorgasmos, prostático. 
El focalizado en la próstata es el que más se juzga y es motivo de bromas, pudiendo ser que lo han experimentado y les gusta o tienen muchas ganas de experimentarlo pero no se atreven por los prejuicios sociales. La próstata es una zona muy vasta en posibilidades sensoriales y hay que entrar por el ano (otra zona muy sensible y recibir caricias puede ser muy placentero tanto para el varón como para la mujer), habiendo entrado, se acaricia la pared rectal anterior para estimular la próstata, convirtiéndose en una posibilidad de vivir un orgasmo más sin eyaculación en una sola respuesta sexual, es decir, de experimentar la multiorgasmia.
El que un varón heterosexual se permita la posibilidad de explorar el orgasmo prostático y disfrutar de él, así como de las caricias anales, no significa peligro ni inclinación ni deseos reprimidos homosexuales, cualquier varón lo puede disfrutar sin tener que dudar de su orientación sexual.
Después de haber pasado todo esto, se presenta la fase de Resolución, que es donde el cuerpo regresa a sus condiciones previas a la estimulación inicial, cansado después de toda ésta aventura y satisfecho con lo experimentado.
Y enseguida viene la fase del Periodo Refractario, que es el tiempo requerido para descansar y volver a estar en condiciones de iniciar la respuesta sexual nuevamente; este varía según la edad y a mayor edad, más será el tiempo de espera, más eso no quiere decir que haya una edad en la que ya no se presenta la excitación, lo que sucede es que al envejecer, los estímulos son diferentes y hay ciertos cambios en la relación sexual como prescindir de la penetración.
Con todo esto ¿ves como no es suficiente con tener ganas?, ya no es creíble aquello de “no sé qué pasó, en qué momento sucedió”, es necesario estar involucrados en cada instante, participar en su creación y elaboración, ser creativos, platicar, interactuar juntos, así como permitirse disfrutar lo que se vive y si no es placentero, buscar otras opciones que si lo sean, tener privacidad, tiempo, intimidad, anticipar perturbaciones previas y evitables como la anticoncepción, reconocerse y admirarse en desnudez, renovar el autoconcepto permitiéndote disfrutar de ti mismo/misma y de tu pareja y sobretodo, tener en cuenta que si estas en pareja es porque él o ella está contigo porque eres alguien especial y atractiva/o.
Lo más importante es que si estás viviendo una vida sexual en pareja, seas consciente de todo lo que conlleva, que tener relaciones sexuales no es como nos han dicho “algo espontáneo que simplemente sucede” sino que es un proceso elaborado que requiere que vivas el presente, que sueltes preocupaciones, que como pareja estén en armonía, que emocionalmente te sientas en disposición y comiences a hacerte responsable de lo que vives, para con ello, aumentar tu potencial erótico y tu inteligencia sexual.

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