El Jardín Reforma o también conocido como Jardín Morelos data de 1861. Anterior a su construcción, había un corral del convento de Belén, que se encontraba en función en el Templo del Inmaculado Corazón de María.
La idea arquitectónica fue de José Noriega, quien diseñó el Teatro Juárez. Años más tarde, en 1875, el propio arquitecto añadió nuevos elementos que hoy en día son símbolo de este lugar, se trata de su entrada en forma de arco y una serie de columnas en ambos lados de orden jónico.
Lugar de reunión
Durante un tiempo, el lugar fungió como mercado, en ese entonces era el principal centro de comercio de la ciudad, hasta que se proyectó la construcción de majestuoso Mercado Hidalgo, durante el periodo presidencial de Porfirio Díaz.
Fue durante la dictadura porfiriana que se construyeron varias edificaciones con motivo del centenario de la Independencia de México. Además de ello, monumentales esculturas de destacados artistas como Jesús F. Contreras, de quien tenemos la Estatua de la Libertad, sí, esa pequeña escultura que tiene la fuente del mismo nombre ubicada primeramente en Paseo de la Presa y después en el Jardín de Embajadoras.
Un jardín con detalles jónicos
También el Teatro Juárez se levantó durante el porfiriato y los leones que custodian su entrada son del escultor de Aguascalientes. Volviendo al tema sobre el Jardín Reforma, se añadió a este una pérgola de madera, que después se quitó. Durante la administración de Nicéforo Guerrero se rescató la idea original que hoy sigue en pie a pesar de los estragos del paso del tiempo.
Al centro se encuentra una fuente de cantera de sencillas proporciones, a sus alrededores vegetación y unas bancas para descansar. Además, en este lugar se encuentra la entrada de la
 

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