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urante poco más de una década, la maestra Tere Torres se ha dado la tarea de forjar en sus alumnos el compromiso de ayudar a los más necesitados a través del servicio social, actividad en la que tiene la oportunidad de acudir a comunidades y ayudar al prójimo.
.¿Cuándo nació en usted la necesidad de dedicarse a la docencia?
. Yo creo que esto me nació de mi tía Elena, que fue de las precursoras de la educación rural en México, que fue un proyecto que ella ideó desde el tiempo de la Revolución.
.¿Cuáles fueron sus primeras experiencias?
. Empecé primero como catequista del Templo de San Francisco, a mí me encantaba ser catequista, como los chicos me seguían mucho, ya se sabían el catecismo y yo les contaba cuentos.
.¿Dónde estudió?
. Nos fuimos a Baja California y ahí no había universidades, entonces dije: porque no me meto a la Normal. Mi primer experiencia fue cuando hice mi servicio en una escuela muy popular y me acuerdo mucho que para el día del maestro mis alumnos me dieron un perfume que todavía lo recuerdo.
En Guanajuato terminé la carrera para poder dar clases en primaria y preescolar. Fue muy curioso porque empecé a hacer interinatos en el Juárez, en el jardín de niños Ma. Concepción Dovalina y en la escuela Rosaura Zapata. Yo no me quedé con una carrera, también estudié Psicología Educativa y Orientación Vocacional.
Después me invitaron a dar clases en la Escuela Normal, seguí en el Rosaura Zapata, después fui supervisora, anduve de un lado para otro. Trabajé en la Secretaría de Educación al frente de preescolar.
.¿Cómo fue su experiencia en la Normal?
. Para mí fue muy importante porque yo tenía el contacto con las futuras educadoras y a la vez supervisaba los jardines de niños. Yo creo que la espinita que me dejó mi tía Elena, me traía de un lado para otro.
.¿En qué otros lugares trabajó?
. Tuve la oportunidad de estar en el DIF. A mí la educación me ha maravillado tanto en preescolar como en educación superior, como en la Normal. Yo tenía elementos para decir: las educadoras, los maestros, los sacerdotes y los médicos deben ser de vocación. Les decía a mis alumnos que si no tenían vocación mejor se fueran. Que una educadora destroce el desarrolle del niño, eso es un crimen.
.¿En qué nivel educativo le ha gustado más trabajar?
. Para mí la preparatoria es un lugar muy padre. Ya tengo 13 años en La Salle como coordinadora de Servicio Social.
.¿Cómo ha sido su experiencia como coordinadora?
. Es algo que te enriquece mucho porque estás muy en contacto con los muchachos, los llevas a lugares que requieren apoyos, acostumbramos mucho ir al banco de alimentos y como tutora llevo a las muchachas con las niñas de el Buen Pastor. Vamos a comunidades marginadas, están muy en contacto con gente muy necesitada.
¿Qué es para usted ser maestra?
. Tienes que tener vocación, porque yo siempre lo he dicho, que es un trabajo que es de servicio, de compromiso y de mucha dedicación, voluntad y corazón. Si no tienes eso, olvídalo.
.¿Cuántos años dedicándose a la docencia?
. Ya tengo 40 años. Actualmente hay muchas personas que ya no tienen vocación, es muy triste.