Con motivo del 10 de Mayo, el Panteón Santa Paula y el resto de los camposantos de la ciudad se llenaron de flores y rezos y hasta música en vivo, pues miles de capitalinos asistieron puntuales a convivir frente a las tumbas de sus familiares para celebrar el Día de las Madres.
Y es que, pese al sol inclemente que se registró este día, desde muy temprano, chicos y grandes se congregaron en el Panteón para ‘visitar’ a sus madres, llevarle un ramo de rosas, e incluso quienes pudieron, una serenata.
La fecha sirve incluso para reunir a las familias que viven alejadas, ya que como lo hace Alejandro Aranda y su familia, quienes cada año vienen desde Morelia, donde actualmente radican por motivos de trabajo, para dejar un ramo de rosas ante el mausoleo familiar.
Y aunque hay muchos que asisten a la visita cada fin de semana desde las muerte de sus familiares, éste día guarda un motivo especial, motivo por el que tratan de reunirse todos, “y hasta que no estemos todos no empezamos con el rezo”, asegura doña Lourdes Mendoza, jefa de esta familia en la que asegura ya hay 32 miembros “entre hijos, nietos y bisnietos”, dice orgullosa.
Además de asistir a la misa que se realiza dos veces en el día, hay quienes aprovechan para darle “una manita de gato” a las tumbas y los monumentos.
Este año la afluencia durante el mediodía, hora en la que se pudo apreciar a familias enteras pidiendo por el descanso de sus progenitoras, hermanas y abuelas, que se les ‘adelantaron’ en el camino.