Virtualmente ignoradas por los medios internacionales, las protestas masivas contra el presidente haitiano, Jovenel Moïse, están estrechamente relacionadas con la crisis en Venezuela, donde los gobiernos bolivarianos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro subsidiaron las importaciones petroleras de la isla durante una década, en un esfuerzo por apoyar su desarrollo y fortalecer relaciones.

La semana pasada, los disturbios se saldaron con la breve detención de cinco mercenarios estadounidenses y dos serbios por la policía haitiana en Puerto Príncipe, lo que resalta la estrategia intervencionista decidida a puertas cerradas para mantener en el poder al impopular Moïse, aunque las raíces del descontento son más profundas.

Protestas masivas en Haití.

Como ha explicado el periodista y comentarista político Ariel Fornari, Haití y Nicaragua se unieron en 2007 a Petrocaribe, un instrumento de cooperación establecido dos años atrás por Caracas y 14 países vecinos que permitió a sus gobiernos pagar sólo 60% de los embarques de petróleo comprados a Venezuela.

El 40% restante podría ser financiado a 25 años con 1% de interés, en tanto los precios del crudo permanecieran por arriba de USD $40 el barril, indicó Fornari, con base en República Dominicana.

Para 2017, Petrocaribe cubrió 40% de las importaciones totales de sus 18 miembros (más Venezuela), o 301 millones de barriles de petróleo que representaron USD $16 mil millones en ingresos para la nación sudamericana hasta ese año.

Según fuentes oficiales, Venezuela también recibió en compensación en 2013 cerca de 1 millón 410 mil toneladas de alimentos básicos y productos textiles, junto a 62 mil cabezas de ganado.

Anteriormente, México, Venezuela y 11 paísesincluyendo a futuros beneficiarios de Petrocaribefirmaron el Pacto de San José en 1980 para proporcionar petróleo a Centroamérica y el Caribe con bajos intereses a largo plazo.

Haití y Nicaragua se unieron a Petrocaribe en el 2007.

De acuerdo con sus términos, México y Venezuela abastecieron a cada país con más de 130 mil  barriles diarios de petróleo (bdp), “de conformidad con los requerimientos netos y sujetos a evaluación periódica”.

Parte de los pagos fue financiada por el Fondo de Inversión de Venezuela; los préstamos venezolanos se efectuaron con un interés anual de 8% a cinco años y de 6% a 12 años.

Debe subrayarse que el Pacto de San José fue creado en un contexto de desestabilización regional causado por las guerras civiles en El Salvador, Guatemala y Colombia, así como por el bloqueo militar y económico impuesto por Estados Unidos a Nicaragua.

Sin embargo, los sucesivos gobiernos conservadores mexicanos rechazaron los planes de Chávez para sumar a Cuba en el mecanismo, preocupados por la amenaza de sanciones de Estados Unidos mediante las leyes Torricelli y Helms-Burton.

El pacto terminó junto al declive de la producción de petroleo en México.

El Pacto de San José terminó en 2008, entre la confrontación ideológica del presidente mexicano Felipe Calderón y su par venezolano, junto al declive de la producción petrolera de México.

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