Ya esperada por los guanajuatenses en la transmisión de ópera en vivo desde el Metropolitan Museum of Art (MET) de Nueva York, que ahora trabajo la puesta en escena “La hija del regimiento” de Gaetano Donizetti.  

Esta ópera cómica de dos actos presentada en pantalla de alta resolución en la Sala de Conciertos del Auditorio Matero Herrera, se desarrolla con el libreto francés de Jules Henri Vernoy de St. Georges y Jean Francois Bayard.  

La historia de amor entre “Marie” (Pretty Yende) y “Tonio” (Javier Camarena) venció las clases sociales y prejuicios después de varios obstáculos.  

“Marie” era la “mascota” o hija del regimiento de las tropas del 21° quienes la adoptaron desde que la encontraron en el bosque perdida cuando era una niña.  

El regimiento traía como rehén a “Tonio” quien se enamora de “Marie” y le confiesa su amor, sentimiento que ella rechazó ya que sólo podía contraer matrimonio con un soldado de su tropa, eso ocurrió sin darse cuenta que “Sulpice” (Maurizzio Scozzi) estaba al tanto del enamoramiento. 

La marquesa “Berkendield” (Stephanie Blythe) solicita a “Sulpice” un guardia, con él conoce su apellido recuerda que “Marie” traía una carta con ese nombre cuando la encontraron de niña.  

Ella le confiesa que la “mascota” es la hija de su hermana y que se la encargaron y perdió en el campo de batalla, así que decide llevarse a “Marie” a su castillo para educarla.  

“Tonio” se alistó en el ejército de los 21° para poder casarse con “Marie” sin saber que ya no estaba con el regimiento.  

En el segundo acto la marquesa arregla un matrimonio de su sobrina con “Scipion” pariente de la duquesa de Krakenthorp.  

“Tonio” y sus tropas visitaron el castillo para pedir matrimonio “Marie”, ella acepta, pero la marquesa impide el compromiso, e informa que ella ya estaba prometida, y confiesa a “Sulpice” que en realidad no es su sobrina sino su hija que abandonó por miedo a la deshonra.  

El día de la boda “Marie” no quería contraer matrimonio con alguien a quien no amaba, pero “Sulpice” le dice que la marquesa es su verdadera madre, así que ella decide casarse por seguir el deseo de quien le dio la vida.  

A punto de contraer matrimonio “Tonio” y los 21° irrumpen el enlace, los invitados se asombran por ver de dónde venía “Marie” pero se sorprenden cuando ella agradece a los soldados su atención y enseñanzas durante esos años.  

La marquesa se conmovió con las palabras de su hija y decide dar la bendición al matrimonio “Marie” y “Tonio”.

Felices por el triunfo del amor sobre los prejuicios sociales, todos cantaron el tema “Salut à la France”. 

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