Irapuato.- La desintegración familiar, la falta de educación y no apostar por los valores, ni el diálogo, es lo que ha generado la grave problemática de inseguridad y el abandono no sólo de menores, sino también de adultos mayores, señaló el Obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz.
Vemos como muy fácilmente se deshacen las familias argumentando derechos, pero cada familia que no está bien integrada es un problema grave que vamos enfrentando a futuro”, señaló.
El Obispo indicó que en las visitas pastorales que ha hecho a varios municipio, ha notado que sigue la preocupación por la violencia, por acontecimientos como los ocurridos este sábado en Irapuato, con el asesinato de varias personas.
Qué frutos estamos encontrando, qué nos ha faltado para lograr cuidar y alimentar esta villa. Es momento de una reflexión profunda, de qué le aporto a mi ciudad, a mi iglesia, a mi comunidad, qué aporto a mi familia para que pueda dar buenos frutos”, dijo.
Sociedad debe buscar soluciones
Díaz Díaz indicó que no sólo deben existir quejas por las injusticias y las problemáticas, sino desde la sociedad, es necesario buscar soluciones al grave problema que aqueja a las comunidades en todo el país.
Destacó que no considera que los esfuerzos para rescatar los valores que han hecho desde la Iglesia hayan fracasado, pues aunque no han encontrado los frutos deseados de todo ese trabajo, existe la convicción de seguir sembrando esperanza e ilusión entre los fieles.
Nos estamos enfrentando a un ambiente difícil (…) un fracaso no, un problema si lo considero, es un problema de familia, de Iglesia, de autoridades”, refirió.
Abandono familiar
Asimismo, el Obispo opinó sobre el caso de abandono de 4 menores en la colonia Juan Pablo II, enfatizando que en muchas colonias hay familias enteras abandonadas, y aunque en este caso fueron niños, hay situaciones en donde adultos mayores, personas con discapacidad e indigentes que han sido dejados de lado.