Qué común es escuchar esta expresión. Usualmente ligada a la comunidad LGBTIQ, puede traducirse como la posibilidad de hacer pública la orientación sexual o la identidad de género cuando esta no corresponde al sexo asignado al nacer. Conviene advertir que es una manifestación protegida por los Derechos humanos; no nos referimos a la existencia de una derecho a “salir del clóset” como tal, sino a que esta forma de vivir nuestra existencia como nosotros queramos se encuentran abarcadas dentro del espectro de los derechos humanos.

Al respecto, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha corroborado que el derecho de las personas a expresar pública y abiertamente su orientación sexual, a lo cual comúnmente se le llama “salir del armario”, se encuentra comprendido en el ámbito del derecho a la libertad de expresión; asimismo, ha sostenido que este tipo de manifestación cuenta con un nivel especial de protección, pues está relacionado con un elemento integral de la dignidad y de la identidad.

Pero su protección por sí misma no es suficiente. Para garantizar esta forma de expresión y del libre desenvolvimiento, es necesaria la creación de canales que permitan el desarrollo integral de la personalidad. Esto implica que, por medio de educación, información y concientización, se dote a las personas de herramientas que les preparen y permitan hacer frente a los estigmas, a los estereotipos y a la discriminación, problemáticas a las que se verán expuestas al momento de decidir “salir”. Por supuesto, esta concientización debe impactar en toda la comunidad. 

Como parte de las medidas para lograr estos objetivos, se encuentran también la adopción de leyes contra la discriminación; por ejemplo, en el caso de las personas trans, con leyes que les permitan adecuar sus documentos para que reflejen su identidad de género . Sobre el tema, recordemos que existe una iniciativa para la creación de un procedimiento administrativo que permita adecuar las actas de personas trans a su identidad de genero auto percibida, la cual se encuentra “congelada” o pendiente de dictaminar en la Comisión de Justicia del Congreso del Estado.

La posibilidad de manifestar nuestra personalidad libremente no es una prerrogativa exclusiva de las personas LGBTIQ; esta protección al discurso y al libre desarrollo de la personalidad implica que todas las personas pueden ser quien realmente quieran ser; es decir, garantizar la posibilidad de que todas las personas vivan sus vidas como mejor les parezca y se muestren como quieran mostrarse a los demás. Por ello, pensemos que todos podemos salir del clóset.

“A pesar de lo que implicaba, a pesar del miedo al rechazo que sentía de mostrarme como quien realmente era, no podía seguir guardando este secreto, me carcomía, me quemaba, quería quitarme la máscara. Tomé aire y le dije a mi madre que estaba enamorada de una mujer. Fue el momento más difícil de mi vida, pero nunca me había sentido tan libre y, gracias a ello, he podido ser feliz.” (Arlette, mujer lesbiana)

Amicus, “Derechos Humanos por el cambio social”

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