La familia a mi juicio estimados lectores es muy importante, es el cauce principal de la solidaridad entre generaciones.
Es el espacio primario de la responsabilidad social, que debe ofrecer la más leal red de seguridad y de afecto ante contingencias y amenazas.
Compete a la familia comunicar y desarrollar los valores morales e intelectuales necesarios para la formación y perfeccionamiento de la persona y de la sociedad.
La familia tiene preeminencia natural sobre las demás formas sociales, incluso el Estado.
Es función esencial de este último hacer posible y facilitar el cumplimiento de la misión propia de las familias que forman la comunidad política, que no puede realizarse plenamente sino dentro de un orden social, económico y político.
Por su parte, la familia debe cooperar con el Estado y las organizaciones intermedias al establecimiento del orden en la sociedad, y cumplir la tarea fundamental de orientar y educar social y políticamente a sus miembros.
La transformación del mundo ha influido en la integración de la familia y en sus tareas.
Para fortalecerla se requiere adaptar el marco institucional con el objeto de que la proteja, y promover en el hogar los lazos esenciales de la solidaridad humana.
Erradicar la violencia familiar es imperativo del Estado y la sociedad. Debemos redistribuir equitativa y solidariamente entre hombres y mujeres la responsabilidad familiar.
Dicha responsabilidad familiar y social con la visión de equidad de género significa que mujeres y hombres deben desarrollarse plena, libre y responsablemente.
La discriminación existente contra la mujer en la familia, el trabajo, la política y en las demás esferas sociales es inaceptable.
Los hombres y mujeres deben reconocer mutuamente su valor propio, y responsabilizarse el uno del otro, compartiendo las tareas que les corresponden dentro y fuera de la familia, sobre la base de igualdad de derechos y de obligaciones.
Con este marco de referencia les comento buenas nuevas dentro del Congreso de la Unión, que brillan como luces aisladas dentro de los negros nubarrones como la muerte del Seguro Popular acaecida el jueves pasado en la Cámara baja y donde auguro con pena, que muchos mexicanos sufrirán en su salud y en su calidad de vida.
A propuesta de nuestra fracción parlamentaria del PAN y para hacer políticas públicas congruentes con la importancia de la familia y de la equidad de género, se aprobó por unanimidad otorgar licencias por maternidad y paternidad por el nacimiento de su hijo o la adopción de un infante.
A Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado se le adicionó el artículo 28 Bis.
En el caso de las madres trabajadoras, disfrutarán de un periodo de descanso de seis semanas posteriores al nacimiento de su hijo o en caso de adopción de un infante, formalizada en el momento que el juez de lo familiar resuelva el proceso de manera definitiva.
Ellas conservarán íntegros todos sus derechos, incluso el goce de la totalidad de su sueldo.
Los padres trabajadores del Estado disfrutarán de una licencia de mínimo cinco días posteriores al nacimiento de sus hijos o adopción de un infante.
La motivación de la reforma es el reconocimiento de la existencia en nuestro país de miles de niñas y niños habitando en centros de asistencia social en espera de una familia que podría entregarles el calor, el amor y la formación que solo un hogar y su ambiente les puede dar.
Recién también aprobamos cambios a la Ley para agilizar el proceso de adopción y así conseguir restituirles a estas niñas y niños el derecho a vivir en familia que en algunos casos por años se les ha negado.
La política pública que propusimos tiene la visión de apostarle a la transformación de nuestro país al consolidar la integración de la(s) nueva(s) o adoptada(s) personas humanas con una recepción cariñosa, cercana y sensible.
La primera infancia es un periodo clave de la persona humana, donde se forman las bases emocionales y nutricionales, se consolidan las conexiones neuronales que desarrollan el lenguaje y las fases para las funciones cognitivas superiores, tales como la memoria, la toma de decisiones y las soluciones de problemas.
Cuando se publique esta Ley en Diario Oficial de la Federación permitirá que niños adoptados como un acto de amor, tengan la posibilidad como si fuesen recién nacidos y adaptarse a la nueva etapa que vivirán en el seno familiar, de tener a su mamá y su papá cerca en unión con los demás integrantes de la familia.
Otra iniciativa aprobada recién fue para que la mamá o el papá que sufran la pena de tener un hijo de hasta 16 años que, haya sido diagnosticado con cáncer de cualquier tipo, gocen de licencia por cuidados médicos para ausentarse de sus labores.
Esto en caso de que el niño, niña o adolescente requiera descanso médico en los periodos críticos del tratamiento u hospitalización, de acuerdo con la prescripción médica. incluyendo, en su caso, el tratamiento destinado al alivio del dolor y los cuidados paliativos por cáncer avanzado.
Concluyó señalando que es mejor bien hecho que bien dicho; estas reformas muestran mi convicción de la importancia de la familia y los menores.