Entre 2012 y 2017 aumentó en México la drogadicción en un 300%, debido a que a partir de 2011 las nuevas políticas estadounidenses dificultaron el paso de la droga a través de las fronteras, y parte de ésta permaneciera en nuestro país. Este escenario, aunado a que a partir de 2007 se “declaró la guerra contra el narcotráfico” ocasionó que en 2017 aumentara el consumo de sustancias. Ante esta situación alarmante, los gobiernos federal, estatal y municipal buscan medidas para frenar el consumo que tanto daño hace a la sociedad.
Los municipios de León, Silao, Guanajuato e Irapuato pondrán en vigor el exitoso modelo de Islandia que en 20 años ha logrado reducir la ingestión de drogas, tabaco y alcohol, donde el consumo de bebidas alcohólicas era de 42% y después de 20 años bajó a 6%. El modelo está basado en encuestas y estudios de investigación social que detectan lo que sucede en el entorno de niños y adolescentes, y poder así identificar los factores de riesgo que provocan el inicio de consumo de drogas en edades tempranas. Con la participación activa y positiva de papás y mamás se mejoran las condiciones de vida en el ambiente en el hogar, en las colonias, y sumando a los maestros también, se reduce la exposición a las adicciones.
Este modelo preventivo de adicciones va de la mano con la política antidrogas del Gobierno federal que impulsa la campaña “Escuchemos Primero”, que se desarrollará a lo largo de este sexenio. El Consejo Nacional contra las Adicciones (conocido por sus siglas como CONADIC) dio inicio a esta campaña preventiva en Tierra Caliente, Michoacán, para medir sus efectos positivos.
La citada campaña se basa en tres pilares: 1- Escuchemos: Este punto implica tener disposición de prestar atención y percibir lo que los hijos e hijas quieren decir, ya que muchas veces se inmunizan contra los estériles discursos que nos gusta dar a los papás, y los hijos se vuelven sordos ante ellos. Escuchar es también sentir la tristeza, soledad, frustraciones, impotencia y ansiedad en las actitudes; escuchar es saber detectar cambios de hábitos y conductas que los puedan poner en riesgo. Como uno de los anuncios indica: “No es lo mismo que (tu hijo) no se quiera levantar a que no se pueda levantar”.
El pilar número dos es Dialoguemos: Esto permite abrir un canal de ambos lados, sin incriminar, sin juzgar y atacar. Abre un espacio para manifestarse con libertad, respeto y cariño.
Y el pilar 3 es Cuidémonos: La campaña invita a la aceptación misma de la persona, sobre todo en la adolescencia, que es un periodo donde hay inseguridades en las y los jóvenes, y la autoestima es más vulnerable por el crecimiento mismo. Cuidémonos involucra a toda la familia, al personal docente de las escuelas, instituciones públicas y privadas y sociedad en general. Para que estos objetivos sean posibles se ofrece capacitación, apoyo y orientación cuando se detecta algún detonador.
La campaña “Escuchemos primero” tiene en común con el modelo islandés el fomentar momentos en familia, comunicarse, pasar tiempo efectivo con los hijos. En Islandia se invitó a los papás a pasar un mínimo de una hora con sus hijos sin usar celular ni ver televisión, un tiempo real de convivencia. Esta campaña mexicana invita a estar más con los hijos, fomentar tiempo juntos y, sobre todo, a no dejarlos solos. Así dicen los anuncios: “Escucha su mirada”, “escucha su corazón”, “no dejes solos a tus hijos”; “Es normal que juegue solo, no que lo dejes solo”, “escucha sus amistades, no dejes solos a tus hijos”; “es normal que tu hijo se sienta solo, pero no abandonado”.
Otro punto en común de esta campaña y el modelo islandés es que ambas utilizan medición de resultados, lo cual es muy importante para la mejora de estrategias y acciones.
Toda mi admiración a la leonesa Daniela Videgaray Arias, directora de Coordinación y Vinculación de CONADIC, quien con todo el profesionalismo y dedicación en este trabajo contribuye grandemente en la lucha contra las adicciones ¡Orgullo leonés!