Hace ocho días leí con atención la entrevista que realizaron las excelentes periodistas de este diario, las compañeras Arcelia Becerra y Shayra Albañil Reyes a Jesús Oviedo Herrera, diputado líder del grupo parlamentario del PAN en esta LXIV Legislatura del Congreso de Guanajuato, sobre el tema y cuestionamiento de cómo superar la inseguridad que se sufre en el Estado; qué hacen los diputados para resolver el problema.

Francamente nos pareció muy escasa la participación del grupo mayoritario de diputados en estos rubros. 

Si bien al inicio de la entrevista asegura que la prioridad en estos poco menos de dos años seguirá siendo la seguridad, las acciones y resultados han sido magros.

Los proyectos a futuro no existen, no explica ninguna preparación o avance sobre sus próximas acciones o programas a realizar en materia legislativa sobre seguridad, solamente sobre tipificar los robos cuando el autor los realice ¡utilizando una motocicleta!

Todas sus referencias son en función de dos leyes y algunas reformas a otras que fueron analizadas y aprobadas, tales como la Ley para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia del Estado de Guanajuato y sus Municipios y la Aprobación de la Creación de la Fiscalía General del Estado; así como modificaciones o reformas al Código Penal de Guanajuato y a la Ley Orgánica Municipal.

Alguna de las dos periodistas hace la pregunta final al interpelado Diputado sobre qué pueden hacer y cuál es su responsabilidad sobre este rubro.

Al respecto el entrevistado respondió con un galimatías, donde a la vez que expresó ideas generales, en concreto o específicamente no tiene nada, ningún plan, proyecto, programa, estrategia, ruta crítica de acciones o actividad legislativa que verdaderamente ayude o auxilie a lograr una mejor seguridad pública para nuestro Estado en los próximos 21 meses de su gestión. 

“Van a ver la forma como puedan cambiar las cosas”, eso es lo que tienen, en síntesis: Nada.

Así pues, creemos que esta apatía e indiferencia por parte del área legislativa de los Poderes en Guanajuato, por ignorancia o por política asumida en grupo sobre la inseguridad, con toda intención de que no mejore o dejarla en manos del Ejecutivo y del Poder Judicial, únicamente, resulta muy riesgosa esta omisión para la población guanajuatense.

La seguridad pública es una de las funciones prioritarias de un Estado, sin ella no florece ni la inversión, ni el comercio, ni la industria, hay poca o nula actividad económica, disminuye el trabajo y por consiguiente se convierte en un círculo vicioso o negativo, pues se incrementa la delincuencia y la impunidad.

Es necesario no escatimar esfuerzo alguno ni gasto para el fortalecimiento de las áreas de seguridad pública, pues cuando ésta se pierde, perdemos todo.

Las formas que puede encontrar el Legislativo para ayudar y apoyar estos rubros son variadas y si sabemos que el problema ha sido la falta de presupuesto y los raquíticos recursos económicos con que se cuenta, pues necesitamos empezar por enfocarse hacia cómo obtenerlos y canalizarlos legalmente solo para estos gastos, para su fortalecimiento. 

Se les ha sugerido utilizar las reservas del fondo de pensiones del ISSEG como préstamo con interés a cierto plazo para evitar la ociosidad de los mismos en lugar de mantenerlos depositados en bancos como “inversiones de viudas”, y mejor solicitan cinco mil millones a bancos para enriquecerlos más, pero no para aplicarlos en seguridad pública, sino a otros menesteres más suntuosos. 

También se pueden dirigir y disponer varios de los fondos que se obtienen del impuesto a la nómina y cedulares; del cobro anual de tenencia de vehículos; del cobro de peaje de la carretera y del impuesto al hospedaje.

Y formar una gran bolsa para acabar de una vez por todas con la inseguridad, con equipamiento y capacitación de buenos y suficientes policías y tecnología de punta para combatir el crimen. 

Impulsar Mesas Ciudadanas de Seguridad y Justicia en los municipios del corredor industrial que participen gratuitamente en el mejoramiento de la seguridad pública, fortalecer a la Fiscalía General en varias áreas de su personal operativo y de investigación.

En fin, hay mucho por hacer desde la trinchera legislativa. Y acabar con el “vamos a ver”, el “hay que analizar”, el “estamos pensando cómo funcionar”, etcétera; ¿Y así pasarán dos años más?

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